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Guayaquil: La Pío Montúfar se ha convertido en baño público
La acera de la calle Pío Montúfar del Hospital Bicentenario, entre Ayacucho y Pedro Pablo Gómez, es parte de la ‘casa de la pípol’. Para unos es un baño público; para otros, un dormitorio.
El ‘Manual de Urbanidad’ de Manuel Antonio Carreño, libro de normas para la sana convivencia, no incluye que en la calle no se pueda hacer pipí, pero... ¡quién ha dicho que las paredes de un hospital deban usarse de urinario!
La idea de limpieza y aseo pareciera estar ‘en pito’ en la zona del Hospital Bicentenario, ubicado en el centro de Guayaquil. Las aceras de las calles Ayacucho y Pío Montúfar ‘tuercen’ y ‘asfixian’ (por los malos olores) a las aceras de las calles Pedro Pablo Gómez y 6 de Marzo. Estas dos últimas se mantienen pulcras, mientras que las dos primeras apestan a zorrillo por las porquerías que hace la gente allí.
Jorge Carrión, comerciante del mercado de las Cuatro Manzanas, camina todos los días por esa acera hacia su lugar de trabajo y tiene que irse aguantando la respiración porque es insoportable el hedor a basura y orina. Y quién sabe si a algún otro ‘regalito’ más...
“Esto parece baño público. Nunca se ha podido cruzar tranquilamente por aquí. Deberían ubicar en cada esquina a un agente de la Policía Metropolitana para que ahuyente a quien venga a hacer relajo”, comenta.
Pero al son de reclamo, el morador José Iguasna también quiso ser escuchado y exclamó: “¡Cómo no va a ser desagradable! ¡Somos personas y no es posible!”, dijo ‘metiéndole turbo’ al paso con el fin de dejarle el ‘humo’ al ‘paseo de las aguas’.
Y aunque el problema suele estar a la vista, Enrique, quien labora en transporte en esas cuadras, no entiende por qué a la ‘pípol’ le da pereza avanzar hasta el mercado de las Cuatro Manzanas y usar los baños, que allí son de libre acceso y, además, cubiertos.
“Yo evito caminar por esa vereda. Me voy a la de al frente”, dice con recelo. Lo que no está tan visible es la vergüenza que pueden sentir las mujeres, niños, niñas y adolescentes que caminen por el lugar. “A dos cuadras está una escuela y los niños caminan en ese lado. No deberían estar expuestos a que un hombre esté orinando al lado de ellos”, dice Alexandra Ortega, residente de ese barrio.
Sin embargo, no es lo peor, pues según Jorge Carrión durante las noches el peligro ‘baila’ en ese corredor. Personas en situación de calle y drogadictos pernoctan al pie del centro de salud y para ellos representan un peligro. “Ya que estamos en campaña, pónganle más asunto a este lugar. Es un hospital, no un baño”.
- El duro de la cuadra
Carlos Peralta, el 'Bigote' del mercado informal
1. ¿Cómo se inició en el liderazgo comunitario?
Hace más de 20 años los comerciantes de la ‘cachinería’ decidimos organizarnos. Yo era uno de los líderes, pero caí en ‘cana’ cerca del año 2000 por esa misma razón. Luego de eso, me retiré. En ese tiempo llenábamos cinco o seis buses para apoyar a los candidatos. Eran, siquiera, de tres mil a cuatro mil personas.
2. ¿Les brindan ayuda inmediata en caso de necesitarlo?
Todo depende. Si llamamos a la policía, vienen tarde o solo llegan hasta a la esquina y nos dejan abandonados por acá. Lo bueno es que somos unidos y entre todos nos apoyamos.
3. ¿ Considera que las autoridades escuchan a los comerciantes de esta zona?
Uh, a nosotros no nos quieren aquí. Sin embargo, ahorita porque están en campaña no nos han desalojado a todos los comerciantes. Antes yo era ‘guerrillero’. Me iba al Municipio a hablar con los representantes. Ahora ya no me meto en eso. Ya me ‘retiré’, pero aun así todos aquí me conocen y me saludan.