El 13 de mayo de 2022, Bruno Andrés Batallas Escobar fue víctima de un atentado. Junto a otras dos personas se movilizaba en una camioneta cuando fue interceptado por sujetos que circulaban en un auto de color gris. Gravemente herido, fue llevado a un hospital, donde lograron salvarle la vida.

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Sin embargo, 17 meses después, la tarde de este miércoles 6 de diciembre no pudo evadir a la muerte. Él se movilizaba en un carro blanco de placa GTL-9469, también junto a dos personas, cuando fue atacado por individuos que iban a bordo de una motocicleta. Batallas Escobar iba como copiloto y los disparos que penetraron su cuerpo acabaron con su existencia. El conductor del vehículo y la persona que estaba sentada en el asiento posterior también murieron. Ocurrió en la ciudadela Simón Bolívar, en el norte de Guayaquil.

Aparte de Batallas, otro fallecido fue identificado como David Gabriel Bermeo Campos, de 28 años. La tercera persona asesinada no portaba documentos de identidad, por lo que no fue reconocida en la escena del triple crimen.

Una fuente policial reveló a este Diario que Batallas, de 32 años, era el objetivo de los criminales y que presuntamente lideraba una organización delictiva dedicada al expendio de drogas que opera en Sauces, en la misma zona donde sufrió el anterior atentado.

“En la actualidad se dedicaba al narcotráfico, pero estuvo detenido por asesinato e incluso, de acuerdo con las investigaciones, fue uno de los reclusos que participaron en la masacre de la cárcel de Turi (Azuay), en la que hubo más de 20 reos asesinados”, indicó el agente.

Añadió que tras salir de prisión, Batallas volvió a sus ‘andanzas’, pero esta vez se dedicó netamente al narcotráfico. “Se volvió patrón, amo y dueño de Sauces. Esa era su plaza de ‘trabajo’. Tenía varias ‘corvinas’, pero también sus enemigos, que lo estaban cazando. Esta vez no se salvó”, dijo el investigador.

Un familiar de Bruno Andrés dijo a los policías que llegaron al lugar para recabar indicios, que este se dedicaba a la venta de celulares y que en días anteriores le había comentado que lo habían amenazado de muerte.

El carro en el que se movilizaban las víctimas no estaba a nombre de ninguna de ellas. En el lugar de los hechos, personal de Criminalística recogió 17 indicios balísticos, calibre 9 milímetros.

Tras este hecho de sangre, policías efectuaron un allanamiento en la vivienda de quien presuntamente era el ‘blanco’ de los asesinos. En el inmueble hallaron 12 bloques de droga, una balanza, dinero en efectivo y un rallador de yuca, utilizado presuntamente para rallar el estupefaciente.

Dos horas después de este triple hecho de sangre, en los exteriores de un cajero automático de la ciudadela Sauces 5 fue acribillado Christian Phillippes Piñeiros Macías, de 47 años. Sus verdugos, que se movilizaban también en una moto, le propinaron siete tiros.

Familiares del occiso indicaron a los gendarmes que Christian se dedicaba a organizar conciertos y que desconocen el motivo del crimen. Pero de acuerdo con datos de la Policía, su muerte habría tenido relación con la de las tres personas asesinadas en la ciudadela Simón Bolívar. “Pudo tratarse de una ‘limpieza’ criminal. En estos dos casos las víctimas eran del mismo sector del norte de la ciudad”. (AEB)

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