Después de la medianoche del 11 de marzo, frente a la puerta 10 del Cementerio General de Guayaquil, un usuario de redes sociales grabó y compartió un video que mostraba a un grupo de ocho personas vestidas con túnicas extrañas -similares a las de las monjas-, paradas frente a una cruz en la entrada del camposanto.

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El metraje, grabado desde la perspectiva de un conductor, se viralizó en TikTok, donde comentarios que afirman que este tipo de avistamientos se repiten con extraña frecuencia, incluso algunos opinan que se trataría de una secta.

Exactamente en la misma esquina donde aparecen las supuestas monjas reunidas, está el puesto de flores de María del Rosario Pillajo, quien se sorprendió al ver el video, pues nunca había presenciado algo similar por el sector, ni mucho menos en su quiosco.

“Para mí son solo locuras de los chicos que buscan salir en TikTok”, opinó Pillajo, quien agregó que no creía que fueran monjas reales ni nada sobrenatural, pues no le sucede nada paranormal pese a que labora en el ingreso al cementerio.

‘Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul’ es el nombre del mausoleo en el que descansan las tumbas de varias monjas, el cual está situado justo en el ingreso de la mencionada puerta 10, lo que sugiere una conexión directa con los hábitos (trajes de monjas) con los que vestían los inusuales visitantes.

Algunas personas creen que se trata de una broma o un montaje, mientras que otras afirman haber tenido experiencias similares en aquel camposanto y sus alrededores, como Ángela Martínez, quien tiene un local de desayunos justo frente al lugar donde se congregaron las aparentes religiosas. “No he visto algo similar (a las supuestas monjas) antes. Pero si nos ha pasado que estamos aquí sentadas y alguien grita ‘a ver’. Miramos, pero no hay nadie, pero se oye clarito”, relata.

Andrea Icaza, gerente de marketing del Cementerio General, confirmó a EXTRA que el video es auténtico. No obstante, aclaró que las personas en cuestión nunca ingresaron, simplemente se quedaron paradas en el exterior y luego se retiraron. Explicó que, al no entrar al panteón, el cementerio no tiene injerencia sobre ellos, ya que se encuentran en un espacio público.

Residentes y propietarios de locales en la zona, quienes prefirieron mantener su identidad en reserva, explicaron que generalmente no se escuchan ruidos extraños o inusuales por la noche. De hecho, muchos ni siquiera estaban al tanto del incidente en cuestión.

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