“Señora, mataron a su hijo. Le dieron tres tiros, su cuerpo está dentro del pabellón 8”, le comunicaron el domingo 23 de julio por teléfono a Maribel Pacheco.

La mujer estaba en su casa, ubicada en una cooperativa del noroeste de Guayaquil, cuando la cónyuge de un amigo de su hijo, quien también está preso en la Penitenciaría del Litoral, la contactó por celular para contarle que el tercero de sus vástagos, Kevin Fernando Pacheco Caicedo, había sido asesinado la mañana del sábado 22 de julio.

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Kevin, de 18 años, fue detenido el 7 de abril pasado, lo acusaron de tráfico de armas nucleares o biológicas. Guardaba prisión en el pabellón 8 donde están quienes se alinean a Los Tiguerones.

“Mi hijo aún no había sido sentenciado. Me dicen que lo mataron a las 07:00 del sábado, han pasado tres días y su cuerpo ya está en estado de putrefacción, sus compañeros ya no soportan el olor. Solo quiero que me den el cuerpo para darle sepultura. Lamentablemente, mi muchacho se me descarrió. El viernes lo vi ór ultima vez durante la visita familiar me dijo 'mami cuidate, la cosa se va a poner fea' parece que ya temía algo”, contó llorando la progenitora, mientras afuera de la ‘Peni’ espera que el vehículo de Medicinal Legal retire el cadáver de su hijo.

El mismo drama de esta madre lo vivían ayer familiares de otros reclusos, quienes esperaban por información de sus seres queridos. La Fiscalía a través de su cuenta de Twitter reveló que se hallaron los cuerpos de 18 privados de libertad. En horas de la tarde confirmó que las víctimas de esta nueva masacre eran 31 y 14 los heridos.

Una fuente policial afirmó que varios reos fueron descuartizados. Los cadáveres y las piezas humanas como cabezas, piernas y brazos, fueron halladas en los corredores y en los pabellones de este centro carcelario. Varios reos también fueron quemados.

El ministro del Interior, Juan Zapata, informó que a través de las imágenes se corroboró que sí había reos fallecidos. “Existe mal olor. Más de 2.700 uniformados de la Policía y de las Fuerzas Armadas ingresaron para controlar en el recinto carcelario”, dijo.

Una fuente policial reveló que los recientes enfrentamientos dentro de este centro penitenciario se habría originado porque los reos del pabellón 8 y 9 se pelean el control de los pabellones 5 y 6, los cuales fueron remodelados recientemente. “Tener el control de más pabellones es dinero para ellos. Les genera una ganancia de 90 a 100 dólares mensuales a los reclusos”, sostuvo.

Otra fuente reveló a este Diario que en los pabellones 8 y 9 a más de armas de fuego, municiones y dinero, se hallaron electrodomésticos como televisores de 40 y 50 pulgadas, aires acondicionados, parlantes y hasta joyas. "Estaban como en casa con todas las comodidades", afirmó.

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