Cuando Rocío Moreira llevó al arquitecto a la casa de su primo Ronald Espín para realizar la medición de su propiedad, los vecinos se mostraron curiosos. Se asomaban a las ventanas, salían a las veredas y no faltaron aquellos que no se aguantaron y fueron a preguntar ¿por qué están midiendo las casas?

Fuera de la vivienda, ubicada en el sector conocido como La Pampa, al suroeste de Guayaquil, los asistentes del arquitecto Daniel tomaban medidas a la parte delantera de la propiedad. Lo hacían en el portal, desde el piso hasta el ‘volado’. 

De ahí, del inicio del ‘volado’ hasta el saliente hacia la vereda. Luego a lo ancho de la casa. Desde la puerta de ingreso, pasando por la sala, comedor y cocina, hasta el fondo. Se midieron también las 'cuchilas' o áreas no rectas que pueden meterse en otro lindero. Se midió todo.

Afuera, una señora de unos 72 años preguntaba: “¿Y para qué están haciendo esto?”.  Xavier, el esposo de Rocío y quien la acompañaba esa tarde, le explicó a la dama, que se identificó como Carmen Nieves, y a otra mujer que se acercó curiosa, que se trataba de la medición que estaba haciendo un ingeniero contratado por ellos para cumplir con el plan de regularización de edificaciones que lleva adelante el Municipio de Guayaquil.

“¿Pero hoy van a medir también esta cuadra o es solo este lado de la vereda?”, volvió a consultar Carmen, sin entender aún de qué se trataba. “Es que yo sí tengo al día el pago de los prediales. Sí pagué este año”, insistió aún inquieta.

“No, señora, esto es otra cosa. Esto es un trámite que debe hacerlo en el Municipio”, le respondió el vecino Miguel, como llamaron a un hombre que también se acercó a ‘sapear’ en plena medición. Esto afecta, le explicó, a las edificaciones que se hayan ejecutado en la ciudad sin permisos de construcción, tanto en la zona urbana como en la rural, antes del año 2020.

“¿Y usted ya lo hizo, vecino?”, le consultó inquieta Carmen. “No, mi hija dijo que esperara para ver si cobraban más barato los ingenieros”, aseguró Miguel, quien agregó que “la verdad no entiendo bien, pero como subí segundo piso antes de la pandemia, creo que tocará pagar algo y ahora no tengo dinero para eso”.

El procedimiento, que se repitió en una vivienda de la urbanización Jardines del Salado, trajo las mismas inquietudes de vecinos en este sector, que observaban curiosos cómo medían la frentera de una casa y luego el patio y las ‘cuchillas’ (áreas no rectas) de la vivienda.

“Señor, ¿ya empezaron la medición? Mi casa está en la esquina, ¿van a avanzar hasta allá, para decirle a mi esposa que esté atenta?”, preguntó un adulto mayor que se identificó como don Andrade y quien luego de recibir la misma explicación que se le dio a Carmen pareció entender y solo se quedó observando.

Para cumplir la medición que se realiza en las viviendas puede ser necesario atravesar los cuartos solo por necesidad, para conocer la longitud (extensión) de la casa. Queda aclarado, sin embargo, que ni en la medición ni en el esquema legible -no es necesario un plano arquitectónico- se deba presentar un detalle de cuartos, salas, cocina u otras áreas con sus especificaciones.   

Las mediciones que se realicen, señala el arquitecto Luis Vera, permitirán cumplir con la regularización y actualizar o descubrir muchos errores en las medidas de las viviendas. “Está permitido exceder máximo un 2,5% del área del solar. Por ejemplo, el otro día medí una casa cuyo registro en catastro dice 5,6 metros de frente, pero tiene 7,2. Ya ahí hay un problema que se debe solucionar”, explica.

En estos casos, según el Municipio, para acogerse a la Ordenanza de Regularización de Edificaciones y/o Uso de Suelo, el propietario de la vivienda tendrá que hacer el trámite de rectificación de linderos y mesura o compra de excedente en catastro.

En Guayaquil son muchas las viviendas cuyas edificaciones se han tomado parte de la vereda, lo que es prohibido. Así, aparecen cerramientos en los cuales hacen sus salas o los usan como garajes o simplemente los hacen sus patios privados.

Según la normativa, “quienes se encuentren invadiendo la zona del soportal” no podrán regularizar sus edificaciones. Igual ocurre con quienes se asientan en zonas de riesgo o zonas protegidas. Tampoco podrán regularizar las edificaciones que se encuentren en estado vetusto, aquellas que estén en predios no legalizados ni las que invadan zona de soportal.

Segpun lo determinado por el Municipio, no podrán acogerse al polan de regularización los establecimientos destinados a las siguientes actividades: Casas de citas, cabarets, prostíbulos, moteles y similares. Los Billares, bares y discotecas. Las antenas, radiobase y letreros en general. Patios de contenedores. 

Al ser consultada sobre el desconocimiento que aún persiste entre la ciudadanía, la concejala Emily Vera explicó que quienes tengan dudas pueden acudir al Palacio de la Administración, donde se está asesorando al respecto. “También lo estamos haciendo los miércoles de cada semana en Zumar (norte) y en los Cami del sur, para que la gente se informe”, aseguró.

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