La necedad le pasó factura a un grupo de personas que la noche del domingo 9 de julio, a un año del fallecimiento de un familiar y amigo, conversaba y bebía en los exteriores de una casa esquinera situada en la manzana 1422, de la cooperativa Siete Lagos, en el sur de Guayaquil.

El teniente coronel Omar Arequipa, jefe encargado de distrito Sur, explicó que minutos antes de que se suscitara la balacera que acabó con la vida de dos personas y dejó a otras 12 heridas, los policías del servicio preventivo realizaron varios patrullajes en el sector y les pidieron a las personas que para precautelar su integridad ingresen a su domicilio.

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“Por reiteradas ocasiones se realizó el retiro de las personas que libaban en la vía pública a propósito de una especie de fiesta que se realizaba en el lugar. Sin embargo, ellos hicieron caso omiso, ingresaron a su domicilio, pero después salieron a la calle para continuar bebiendo, esta circunstancia fue aprovechada por individuos que ocasionaron el atentado. Entre los heridos hay tres menores de edad de 14, 13 y 2 años, se encuentran ingresados en los hospitales de Guayaquil”, manifestó el jefe policial.

Las víctimas mortales son: Argelis Paúl Valdiviezo Moreno, de 40 años, y Jesús Ramón Rivas Baquerizo, de 26, ninguno registra antecedentes penales. Sin embargo, antes del mediodía de ayer, a través de su cuenta de Twitter, la Fiscalía publicó que eran cuatro las víctimas mortales y 10 las personas que resultaron heridas.

El jefe policial agregó que los cuatro antisociales, quienes llegaron a bordo de un vehículo, utilizaron armas de fuego, tipo pistola y fusil. En el instante del ataque había alrededor de 70 personas en calle conversando y bebiendo. “Las unidades investigativas acudieron para realizar el procedimiento respectivo, identificar las causas y determinar bajo una línea de investigación a los responsables del hecho”.

Otra fuente policial reveló que la causa de atentado fue la disputa por territorio para la droga entre dos organizaciones criminales que quieren apoderarse del sector.

Afirmó que quienes cometieron la balacera son Los Lagartos y a los que querían dar de baja son de la banda delictiva Los Chorros que operan en el sur de Guayaquil.

“Estaban ‘celebrando’ la muerte de alguien conocido como Papa Chola, quien fue asesinado hace un año. Estas personas recuerdan este tipo de actos como si fuera una fiesta, y es aquí que las bandas rivales aprovechan para caerles y desaparecer a los cabecillas. Lamentablemente disparan a diestra y a siniestra sin importarles si hay víctimas colaterales”, expresó el investigador.

Esta información fue corroborada a este Diario por moradores y familiares de una de las víctimas, quien sostuvo que ‘festejaban’ el año del fallecimiento de su tío, quien respondía a los nombres de Kevin Moreno, alias Papa Chola.

En el sitio del suceso los agentes de Criminalística recogieron 39 indicios balísticos: 15, 9 milímetros; 23, 2.23; y 3, 2.40. (AEB)

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