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Guayaquil: Sacerdote apareció en la escena de un crimen y sorprendió a los curiosos
Hombre fue asesinado cuando se encontraba junto a una mujer a bordo de una moto. Un sacerdote que cruzaba por allí lo bendijo en su lecho de muerte
La tercera vuelta fue la ‘vencida’. Después de dar tres rondas alrededor del parque acuático Juan Montalvo, en el sector del mismo nombre, en el norte de Guayaquil, un hombre que se movilizaba en una motocicleta fue atacado a tiros la tarde del sábado 28 de septiembre.
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Según versión de moradores, aproximadamente a las 17:00 del sábado dos personas, la víctima y una mujer que sería su pareja, recorrieron esa calle varias veces y, al detenerse en un semáforo, realizaron una llamada telefónica.
“Cerraron la llamada y a los pocos minutos llegaron dos personas en otro moto y le dispararon solo a él”, afirmó uno de los testigos del hecho violento.
Según comentaron lugareños, que pidieron que no se revelaran sus nombres, seis detonaciones de arma de fuego fueron escuchadas en el sector. Sin embargo, ninguna otra persona resultó herida en el tiroteo.
“Por suerte, la chica que iba atrás no recibió ninguna de las balas”, añadió un morador. Ella, por su parte, no tuvo más reacción que lanzarse al suelo, al pie del cuerpo de su pareja, y llorar desconsoladamente ante el asesinato de su “negrito”.
Ella, a su vez, compartió imágenes y videos en redes sociales en los que mencionaba que lo extrañaría “para siempre”. “No sabes cómo me arrepiento de cada minuto que no te abracé fuerte”, escribió junto a un collage de sus fotografías.
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Además ella escribió, junto a otra imagen, que su crimen no quedaría impune: “Esta de que la pagan, la pagan. Recuerda que tu negra está aquí guerreando por ti”.
¿Qué sucedió en esta escena del crimen?
EXTRA captó el momento en el que un hombre que vestía un clériman salió de entre la multitud para hacer algo que dejó a todos sorprendidos: bendecir a la víctima.
El clérigo caminaba por la calle Penipe, en la cooperativa Juan Montalvo, y notó que a pocos metros de su camino el hombre se encontraba sin vida en la calzada. Enseguida, aceleró su paso y entró a la escena.
En el momento, realizó una oración, se agachó y bendijo al hombre al que habían disparado unos minutos antes. Luego de su ruego por el sujeto, se retiró de la escena y siguió con su camino.
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