Dos niños, en la provincia de Chimborazo, ingresaron al hospital de Riobamba,  con lesiones en sus cuerpos. Hoy, la niña falleció.  Las personas que debían encargarse de su protección son investigadas en el proceso iniciado por agresiones.

El pasado 26 de octubre de 2020, en la parroquia Cebadas, Rosa Illapa, de 20 años, caminaba con su niño en brazos, de apenas año y medio, cuando fueron empujados a un canal de riego, según denuncia presentada a las autoridades.

Luego, supuestamente el padre del infante lo tomó por el cuello y le propinó varios golpes. “Si gritas te voy a matar con un palo y te boto al río”, habría dicho el hombre, según relató la joven a los investigadores.

A decir de la mujer, se salvó porque una moradora alcanzó a observar la escena de donde el presunto agresor, de 22 años, salió huyendo en una moto.

Las autoridades de Guamote fueron puestas en aviso por familiares, y dentro del período de flagrancia el presunto causante fue detenido.

El fiscal Roberto Cayambe informó que inició la instrucción fiscal. “Se realizó la audiencia de flagrancia y el señor se encuentra con prisión preventiva de 30 días”, acotó.

Mientras tanto, el niño se halla asilado en el hospital donde corroboraron los golpes, señales de ahorcamiento y un trauma craneoencefálico.

Ni un milagro la salvó

En otro caso, esta vez en Guano, una abuelita pide justicia para su nieta  fallecida. La niña presentaba graves lesiones.

En una rueda de prensa previa que dio la señora junto con su abogado, mencionó que solo un milagro la salvaría.  Por este hecho, el conviviente de la madre se encuentra detenido.

La niña perdió a su padre hace varios meses. La última vez que tuvieron contacto con ella fue el 6 de septiembre de 2020, pero desde que su madre se hizo de otro compromiso ya no le permitían verla, denunció la señora. “Me mandó una vez, pero cuando ya tenía que regresar, la niña no quería y esto molestaba a su madre”, aseveró.

Una llamada el pasado fin de semana alertó que la menor estaba en el hospital. “Según refieren, la madre salió a trabajar y la dejó al cuidado de su conviviente. Este indicó que la niña saltaba de una cama a otra y se cayó, por lo que llamó al 911. Cuando la niña fue valorada, los galenos se dieron cuenta que tenía lesiones que no correspondían al hecho relatado. Entonces llamaron a la Policía Judicial”, explicó Cristian Cordero, abogado de la familia paterna de la víctima, quien lleva el caso. (PO)