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Golpeada la lanzaron a una quebrada
Mujer desaparecida estaba muerta a cinco cuadras de su casa, en el cantón Espejo. Autopsia reveló que fue atacada con un objeto contundente
La quebrada La Chorrera fue su última morada. Allí las esperanzas que la familia de Sandra Cecilia Guerrero Quiroz, de 44 años, tenía de encontrarla con vida se esfumaron. Su cuerpo maltratado quedó a tan solo cinco cuadras de la casa que compartía con su hijo, en la localidad de El Ángel, del cantón Espejo, provincia fronteriza del Carchi.
La mujer yacía sobre una piedra de la quebrada. Por el tiempo que estuvo a la intemperie se encontraba descompuesta.
El dueño de la propiedad la encontró y alertó al ECU 911 Tulcán el sábado 25 de diciembre, por la tarde. Mientras se realizaban las labores de recuperación por parte de los bomberos, un grupo de personas se acercó hasta el lugar para saber si se trataba de Sandra.
Ella estaba desaparecida desde el 7 de diciembre. La última persona que la vio fue una vecina. Ese día salió de su negocio y no volvió más. A las 11:00 su teléfono estaba apagado. Para horas de la noche, la familia conoció que Sandra no regresó a casa. Todo fue intriga y desesperación. Los allegados realizaron marchas, pegaron afiches con su fotografía y pidieron ayuda de la ciudadanía a través de las redes para conocer su paradero.
Además, recorrieron lugares y terrenos aledaños. Pero todo fue en vano. Incluso fueron por la quebrada, pero no divisaron nada los primeros días de búsqueda.
Huesos fracturados
El domingo 26 llegó el triste desenlace. Cuando se le practicó la autopsia se conoció que era ella. La familia quedó devastada por el trágico final de la señora que era tranquila y no se metía con nadie. Ella era ama de casa, tenía una tienda de víveres y también se dedicaba a la venta de ropa por catálogo.
Un familiar que pidió reserva en su nombre no se explica por qué se ensañaron con Sandra que deja a su único hijo, un adolescente de 15 años, en la orfandad. La allegada confirmó que el informe forense muestra que la fémina tiene los huesos fracturados, además de una contusión a la altura de la cabeza y que por el impacto solo pudo haber sido provocado por un objeto contundente, como una piedra, palo, pala, etc.
Los deudos, luego del examen médico se despidieron de su ser querido en la misa que realizaron en su memoria en la iglesia. Después trasladaron sus restos hasta el cementerio general para darles cristiana sepultura.
La familia está triste e indignada por lo que pide justicia. Por eso esta semana prevé organizar una marcha para exigir que se investigue el caso y no quede en la impunidad.