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El retrato de la directiva asesinada permanece en el ‘hall’ del hospital, tras la misa.Christian Vinueza

Gerente general del Hospital Teodoro Maldonado Carbo asegura que no renunciará

Analiza extender el personal de seguridad para otros directivos de la casa de salud, tras el asesinato de la funcionaria Nathaly López. 

Un retrato de Nathaly López Borja colocado sobre un pedestal y rodeado de ramos de flores recibe a quienes ingresan al Hospital Teodoro Maldonado Carbo (HTMC) por la puerta que da hacia la avenida 25 de Julio. Fue colocado allí el martes de esta semana para oficiar una misa en memoria de la directora administrativa y financiera de la entidad, asesinada el 28 de marzo.

El miércoles pasado, durante una visita a este hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), este Diario trató de hablar con algunos doctores y enfermeros, pero en común prefirieron no dar declaraciones. Al menos, de manera abierta.

Fuera de grabación, subsiste el temor. Una semana antes del sicariato contra López circularon fotos de amenazas en los ascensores.

Y, tras el asesinato, entre seis y ocho directivos habrían presentado su renuncia. Aunque el gerente general del HTMC, Francisco Pérez, precisa que fueron cuatro.

Pérez también sufrió un atentado el 10 de febrero, cuando se salvó de un secuestro al llegar a su casa. Y, aunque tras la muerte de su compañera estuvo tres días en teletrabajo por seguridad, se reintegró esta semana. No piensa dejar su cargo.

“Lo que empezamos con Nathaly y por lo que ella puso su vida en riesgo, no puede quedar en vano. Y si Nathaly murió por una causa, no podría yo renunciar”, expresa.

"Lo que empezamos con Nathaly y por lo que ella puso su vida en riesgo, no puede quedar en vano. Y si Nathaly murió por una causa, no podría yo renunciar y dar un paso al costado"Francisco Pérez
​Gerente gerenal del Hospital Teodoro Maldonado

Pérez, las autoridades del IESS y hasta el presidente de la República, Guillermo Lasso, atribuyen el asesinato a la lucha contra la corrupción, que en ese hospital tuvo notorios casos, sobre todo durante la fase crítica de la pandemia.

En el área administrativa hay un resguardo especial de seguridad. Pérez dice que se analiza ampliar la vigilancia personal que él recibe a otros directivos.

EXTRA observó que afuera del hospital no hay presencia policial o militar, aunque Pérez aseguró que sí llegan a patrullar.