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La fuga de Alcatraz luego de 61 años: EXTRA recorrió la prisión
Fotos exclusivas de la prisión de máxima seguridad más famosa de Estados Unidos y cómo se conserva este centro que fue testigo del creativo escape de tres internos. Algo que recuerda la huida de 18 reos de La Roca en Ecuador.
Decían que había tiburones –feroces y enormes– que merodeaban las aguas gélidas de la Isla de Alcatraz. Los presos que intentaban escapar por el mar podían ser devorados. Pero quizás era solo una leyenda de la cárcel más famosa del mundo. Pues lo más probable era que la temperatura del agua los dejara en un estado de hipotermia, con la piel pálida y fría, y murieran en unas horas con un paro cardíaco…
Este domingo, 11 de junio de 2023, se cumplen 61 años de la fuga más importante –y extraordinaria– de este centro de reclusión, también conocido como la cárcel de La Roca. Y EXTRA recorrió los pasillos para conocer los detalles de cómo se fraguó el mayor escape de la historia y qué guardan sus paredes seis décadas después.
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Para llegar a la isla, que se sitúa en la costa oeste de San Francisco, Estados Unidos, se debe viajar en un ferry durante más de 20 minutos. Se ven grandes olas y el viento obliga a cubrirse la cara con lo que sea que lleve a la mano: el termómetro marca 10 grados centígrados. Desde allí, la idea de que alguien se arriesgara a sumergirse en el océano para ser libre, incluso con la probabilidad latente de la muerte, martilla la cabeza.
Antes de desembarcar, se descubre en ese cielo gris, una imponente construcción. Pero entre todos los edificios destaca la cárcel, conformada por cuatro bloques: del A al D –donde cabían más de 336 internos–; la oficina del alcalde, así lo llamaban al director; la biblioteca y el área de visitas, la barbería y un comedor.
Pero antes de llegar, hay que entender desde cuándo se convirtió en una prisión federal.
TECNOLOGÍA DE PUNTA
En el camino hacia las entrañas de Alcatraz hay una especie de celda donde –aseguran en un cartel– estuvieron los primeros reos en 1984: indios apaches que se negaron a trabajar en la agricultura y se opusieron a la separación forzosa de sus hijos para que fueran a internados del gobierno.
Para entonces, esos eran delitos que derivaron en resistencia a las políticas gringas. Un diario de esa época publicó: “Un lote de 19 indios apaches de aspecto asesino desembarcaron en Alcatraz… pieles rojas astutas que se negaron a vivir de la forma civilizada de los hombres blancos”.
Más adelante, los guías explican que fue construida como una fortaleza militar y que posteriormente albergó a prisioneros de guerra civil. Cuando dejó de ser útil para Estados Unidos, en 1934, los militares entregaron las instalaciones y se convirtió en la prisión federal de alta seguridad con tecnología de punta, según narra la página oficial de la isla.
“Pronto la prisión de Alcatraz se convertirá en la más famosa de los Estados Unidos”, advierte una reseña histórica.
En la ruta hacia la prisión, hay una morgue que conserva las latas donde reposaban los cuerpos de los reos, un tanque de agua que tiene rayones de nativos estadounidenses, quienes ocuparon la isla en represalias a lo ocurrido un siglo atrás, y un faro misterioso.
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El faro original se encendió en 1854, cuando los campos de oro de California atraían a buscadores de fortuna de todo el mundo, detalla un cartel. Fue el primero en funcionar en la costa oeste. Pero fue reemplazado en 1909 y, desde entonces, guía a los barcos a través del famoso puente Golden Gate y alrededor de la roca.
Al llegar a la cima, una puerta grande conduce a la prisión.
LAS CELDAS INTACTAS
Avenida Michigan. Es el pasillo más importante de la prisión en la actualidad. Y tiene por qué.
Donde alguna vez fueron celdas frías e inhumanas –de 2,7 metros por 1,5–, cientos de turistas posan, se fotografían y no se despegan de un vidrio templado que los separa de una historia que muchos ya conocen, pero que 61 años después sigue siendo asombrosa y cargada de enigmas: la fuga de Frank Morris y los hermanos John y Clarence Anglin.
A través de los barrotes se ven las pertenencias de los hermanos John y Clarence intactos. Una guitarra, libros de pintura, sus camas, unas revistas, útiles de aseo. Y sus cabezas. Pero ¿lo son?
No, por supuesto. En un cartel explican que Morris y los hermanos Anglin usaron los suministros más improbables para llevar a cabo el escape más creativo en la historia de Alcatraz, y, seguramente, del mundo.
Hicieron cabezas de jabón, cemento, pintura y pelo que habían extraído de la peluquería de la prisión. Las colocaban debajo de las mantas mientras fraguaban, detrás de las paredes de las celdas, el escape. Con ayuda de una cuchara abrieron el conducto de ventilación por donde se escabullían hacia su centro de operaciones.
Los guardias de turno jamás se percataron.
La noche de la fuga, el 11 de junio de 1962, colocaron los maniquíes debajo de las mantas, salieron de sus celdas a través de los conductos, escalaron el corredor de servicio hasta el techo, se deslizaron por el tubo de una estufa y se arrastraron hacia la costa.
Cuentan que los tres hombres habían llegado a la bahía. Cuando se deslizaron hacia el agua, utilizando una balsa hecha con un impermeable, se encontraron una corriente helada. Nunca más fueron vistos.
Así empiezan los enigmas de la fuga. ¿Sobrevivieron?
Pese a que las autoridades aseguraban que nadie, absolutamente nadie, podía escapar de la cárcel de máxima seguridad de Estados Unidos, los hermanos Anglin, que eran vulgares ladrones de bancos, y Morris, un criminal desde que había cumplido los 13 años, habían logrado burlar al sistema. Pero la leyenda de estos delincuentes empieza después de su desaparición.
Aunque el Buró Federal de Investigaciones (FBI) aseguró que no habrían podido sobrevivir a las aguas gélidas, más tarde, en 2013, recibieron una carta escrita supuestamente por uno de ellos. Pero fue desvinculada de las evidencias, pues verificaron que se trataba de una farsa.
Sin embargo, hay una teoría más fuerte que advierte que los hermanos Anglin llegaron hasta Brasil, donde se establecieron durante años y, además, hay una fotografía en la que aparecen en su granja. Según History Chanel, en una investigación realizada con los sobrinos de los fugitivos, los rostros de la imagen sí coinciden.
Pero hasta ahora sigue siendo un misterio.
UNA ROCA Y UNA FUGA
¿Coincidencias? En Ecuador, al Centro de Rehabilitación Varonil 2, situado en Guayas, lo conocen como La Roca. Una cárcel de máxima seguridad, al igual que Alcatraz. Pero el lunes 11 de febrero de 2013 se produjo, quizás, la fuga más importante en la historia del país.
Fueron 18 reos los que lograron escapar, luego de que encerraran y esposaran a 14 guías penitenciarios. Los celadores, posteriormente, contaron que los habían amenazado con armas de fuego y machetes para quitarles las llaves.
Pero la Policía siguió el rastro de los fugitivos, que –incluso– algunos salieron del país hacia Colombia. El 17 de noviembre de 2013, nueve meses después de la fuga, las autoridades lograron la captura de José Luis Zambrano, alias Rasquiña, quien era el líder de una de las organizaciones criminales más fuertes de Ecuador. Con él terminó el operativo.
REOS FAMOSOS Y MÁS...
Así como Rasquiña, uno de los presos más famosos del país y quien fue asesinado, en 2020, en Manta, en la cárcel de Alcatraz había personajes conocidos en el mundo, como Al Capone, cuyo nombre completo es Alphonse ‘Scarface’ Capone y su imagen ocupa uno de los cuadros que cuelgan en la prisión, junto al de otros reos como George Kelly, Barker, entre otros. Ellos estaban en las celdas de los revoltosos.
Al salir de la avenida Michigan, y de los pabellones, hay una biblioteca sin libros, un patio enorme donde los internos recibían el sol y que hoy sirve como descanso para los cientos de visitantes que ingresan día a día, hay una cocina donde están los utensilios intactos y también algunas cabinas y altillos donde se conservan las armas con las que los celadores disparaban a quienes intentaban escapar.
Según la página oficial, hubo 14 intentos de fuga, 23 atrapados, seis muertos, dos ahogados y cinco desaparecidos.
Desde Alcatraz se ve el perfil costanero de San Francisco, una de las ciudades más caras de Estados Unidos. También el puente Golden Gate y algunos barcos que van y vienen con turistas, que tienen dos horas para recorrer las paredes llenas de historia, dolor y energías.
Por allí pasaron más de 1.500 internos durante 29 años que funcionó.
Resulta angustiante saber que alguien pudo haber estado encerrado en esas celdas pequeñísimas y frías. Un año después de la fuga de Morris y los hermanos Anglin, en 1963, el fiscal general, Robert Kennedy, ordenó el cierre de Alcatraz debido al alto costo de mantenimiento de la prisión.
Hoy es uno de los más grandes atractivos de la ciudad… Cuando cae la tarde, la gente espera el ferry para regresar, mientras intenta divisar en el océano alguna aleta de tiburón que merodea esas aguas. Pero no hay.