El presidente Guillermo Lasso llegó al barrio 12 de octubre, en Esmeraldas, para constatar el avance de los trabajos de reconstrucción en las casas afectadas por el sismo del pasado 26 de marzo. Sin embargo, cuando terminaba su intervención dijo esta frase: "Las mujeres... si la una habla, la otra también quiere hablar", dijo, cuando la alcaldesa Lucía Sosa, le pidió la palabra. Esto, luego de que terminara su intervención la prefecta de la provincia verde, Roberta Zambrano.

De acuerdo a la psicóloga Psicóloga Patricia Reyes Peña, gestora de Conocimiento e Investigación de la Centro Ecuatoriano para la promoción y acción de la Mujer Guayaquil (Cepam), este es un lenguaje sexista. El lenguaje sexista es una manifestación concreta de la idea de que las mujeres no experimentan una condición de igualdad ante los hombres. Muchas veces, decimos frases que caen en machismo o sexismo y esto es imperceptible. Es lo que pudo pasarle al Primer Mandatario.

"Es una frase sexista, y estas frases son una forma de excluir a las mujeres. En la frase de Lasso hay una valoración despectiva de la mujer. Es lo que salta a la vista en ese comentario", comentó la profesional. Añadió que también se nota una actitud discriminatoria que, de alguna manera, va poniendo barreras arbitrarias en injustas hacia las mujeres.

Pero, ¿cómo identificarlo? La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió el manual 10 criterios básicos para eliminar el lenguaje sexista en la administración pública federal (México), donde explica por qué y cómo usamos este tipo de expresiones que desvalorizan a la mujer.

El lenguaje cotidiano es pródigo en expresiones que desvalorizan lo femenino, como ejemplo, lo referido por el Presidente: “Las mujeres: si la una habla, la otra también quiere hablar”, frase que hizo a modo de broma, luego de que diera terminara su intervención y la alcaldesa le pidiera la palabra. ¿Hubiese dicho lo mismo si quien le hubiese hecho esta petición fuera hombre?

De acuerdo con la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), es “toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo que tenga por objeto o por resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer, independientemente de su estado civil, sobre la base de la igualdad del hombre y la mujer, de los derechos humanos y las libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural y civil o en cualquier otra esfera”. Por lo tanto, el uso de lenguaje sexista es una forma de discriminación.