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Franklin Tagle, el 'salvador' de los carros botados
Franklin Tagle pasó del desempleo a ocupar su día de ‘cachuelos’. Elaboró un remolque para cargar sus herramientas e ir donde sea a reparar vehículos.
Está atento al celular. Las llamadas o mensajes son sinónimos de ‘cachuelos’. Pero Franklin Tagle se diferencia de otros mecánicos. Su taller es un remolque de dos ruedas que engancha a su carro y lo lleva donde sea, ¡es pan ‘comido’!
Él mismo fabricó la estructura metálica en la que transporta sus herramientas. Decidió hacerla luego de una etapa complicada. En 2013 salió de la concesionaria para la que ‘camellaba’ y supo que era el momento de independizarse.
Sin empleo fijo, lavaba vehículos a domicilio, pero aprovechaba para darle consejos de mecánica a los clientes. Luego les reparaba los autos hasta que decidió dedicarse solo a eso.
“Hace cuatro años quise armar algo para trasladarme con mis piezas de trabajo, pero no lo hice de lleno. En la pandemia terminé de construirlo y lo fui a probar”, cuenta.
Al sacar por primera vez el remolque notó que se le podía virar. Entonces pensó la forma de cómo solucionar eso. Ya resuelto el inconveniente empezó a ofrecer sus servicios en las casas de sus usuarios o donde estuvieran.
LO 'GUAPEÓ'
Al principio, el carrito rodante no tenía pegadas publicidades. Posteriormente Franklin le fue colocando calcomanías.
Nombró a su emprendimiento como Mecánica Móvil. El remolque tiene detallitos llamativos como sus propias luces traseras, puertas a los costados y detrás, colgadores para guindar llaves para tuercas, e incluso lleva incorporado un pequeño tanque en el que se vacía los residuos del aceite extraído a los carros.
Para ir a tono con su marca, su automóvil también lleva adherido el nombre y el número de contacto.
SE VOLVIÓ VIRAL
Desde el 24 de agosto, inesperadamente su original ‘camello’ se hizo conocido en redes sociales. En Twitter, una usuaria subió una foto del auto de Franklin y del remolque, exaltando la creatividad para trabajar en cualquier lugar.
“Solo debes ver la necesidad que falta por abastecer. Vamos por esa reactivación económica”, publicó la mujer.
El posteo alcanzó más de 500 ‘me gusta’ y a Franklin de ‘una’ lo contactaron personas que vieron el tuit.
Curiosamente, conversando del tema con uno de sus ‘panas’, él le comentó que la dueña de esa cuenta es una conocida.
Al enterarse quién provocó que lo conozcan más, Franklin le ofreció un chequeo gratuito en agradecimiento.
LOS LEALES
Es un convencido de que su trabajo es su mejor carta de presentación. Por eso para él es importante que sus clientes lo recomienden.
En una ocasión fue llamado por un conductor al que otro técnico le aconsejó hacer demasiados arreglos y comprar piezas nuevas. Pero cuando le consultó su opinión profesional a Franklin, él le dijo la ‘plena’ y lo tranquilizó al informarle que su ‘nave’ no necesitaba tanta cosa.
“El señor hasta lloró. Se sintió agradecido porque no se le fue la cantidad de dinero que pensaba. Desde entonces siempre hace los mantenimientos conmigo”, comenta.
El cliente, quien reside en otra provincia, le suele obsequiar gallinas, patos o algún otro alimento.
También tuvo la oportunidad de reparar el vehículo del residente de una urbanización en la vía a la costa. Otros vecinos del conjunto habitacional se enteraron de eso y de a poco algunos fueron solicitando el servicio.
Cuando llega lo saludan y le preguntan que cuándo les toca a sus carros. Él responde cordialmente a ese buen trato, “porque un cliente es un amigo”, recalca.