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Las priostas cargan la imagen por las calles del barrio. También convocan a los vecinos para que se unan a la fiesta.Karina Defas

Así festejan los devotos de un barrio del sur de Quito a la Virgen del Quinche

Una réplica exacta de la virgen tiene sus propias actividades en el barrio Reino de Quito. Nueve priostes aportan para que todo salga ‘papelito’.

Mientras miles de feligreses caminan 29,8 kilómetros desde Calderón hasta la parroquia de El Quinche para celebrar a la virgen del mismo nombre, en el sur se ha instaurado una festividad paralela.

Se trata del barrio Reino de Quito, en el sur, donde se eligen 10 priostes que se encargan de la organización de tres días de celebraciones religiosas. Empieza con la novena, quema de chamizas y castillos, misa, una procesión, hasta la fiesta final.

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Consuelo Collago, una de las priostas, cuenta que ya es una tradición de la zona. “Vamos a la casa con el mediano (pollo o cuy, papas, fruta y tomates) para decirles que serán los siguientes”.

Los preparativos empiezan en enero de cada año, cada prioste –en total son nueve– se dividen los gastos de las orquestas, bandas de pueblo, comida para centenas de personas y los juegos pirotécnicos.

“Nos mueve la fe a la virgen de El Quinche. Somos muy devotos. Invitamos a todo el barrio”, agrega Consuelo. Es por eso que casi todos se conocen y como el priostazgo rota entre varias familias, casi todos son compadres.

En el último día de novena se realiza la quema de los castillos, son las vísperas de la fiesta final.Karina Defas

Una réplica exacta de la original

David Guayco y Jennifer Lalaleo son los dueños de la imagen desde hace seis años. La adquirieron a un artista local y fueron ellos quienes empezaron con las celebraciones.

Luego, movidos por la fe, los vecinos se fueron uniendo hasta llegar a ser una celebración a lo grande. “Uno de los priostes decidió hacer una capilla en nuestra casa. Ahí empiezan las vísperas”, relata Jennifer.

La imagen es una réplica exacta de la original, que se encuentra en la parroquia ubicada en el nororiente de Quito, tallada en madera de cedro de 62 cm de altura, aproximadamente, cubierta con un amplio manto de brocado con piedras preciosas y bordado con hilos de oro y plata. “Cada año le mandan a hacer un manto nuevo que puede llegar a costar 1.200 dólares porque son hechos a mano”, recalca la dueña.

Las romerías

Los devotos de la virgen no solo están en Quito, sino en diferentes provincias del país y hasta en el exterior. En noviembre se realiza un gran encuentro durante dos fines de semana en la parroquia, para lo cual se cierran todas las vías desde Calderón.

“Acá (sur de Quito) hacemos una caminata como la original, recorremos las calles del barrio con la imagen, le cantamos y le rezamos”, explica Consuelo.

Esto toma aproximadamente una hora. Las priostas cargaron la imagen llena de flores incluso con grandes tacones. “Todo por la fe”, resalta Consuelo.

La elección de nuevos priostes también se realiza en la fiesta con un buen plato de cuy.Karina Defas

Los priostes

Cada prioste aporta con por lo menos 1.500 dólares. “Este no es un gasto, es una contribución por la fe. Lo hacemos con gusto”, dice Juan Báez, otro de los priostes y concejal de Quito.

Él participó de todas las actividades y recalcó que además de ser una expresión de la fe de las personas, esta es una manifestación de la cultura quiteña. “La gente es generosa con el otro. Son cosas que no se han perdido. Es parte de la quiteñidad”, agrega.

En la fiesta final, que se realiza en una sala de recepciones y acoge a más de 200 personas, se anuncian a los priostes del próximo año. Quienes se comprometen con la virgen y sus feligreses. “Esto es un honor. Es la primera vez que me toman en cuenta. Estoy segura que será la misma virgen la que proveerá”, dice Betty German, cantante popular y nueva priosta para 2025.

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