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Fernando Villavicencio: Sentenciado por el crimen de Harrison Salcedo aparece en el caso
A través de reuniones por video, alias Chino y alias Invisible, mandos medios de Los Lobos, dieron órdenes para el asesinato, dijo un testigo
Acabar con la vida de Fernando Villavicencio era un objetivo de alto valor. Quien lograra hacerlo sería premiado: tendría derecho "a medio Quito", rebaja de penas para su gente, manejo de cárceles, prelibertades, dinero y ascendería de rango en la organización narcoterrorista Los Lobos.
No era un crimen cualquiera, y para organizarlo se requirió la cooperación criminal de otros rangos medios de la organización delictiva. Cada uno de estos detalles los reveló el testigo protegido del caso Villavicencio, según una parte de la declaración que leyó la fiscal Ana Hidalgo, en la audiencia preparatoria de juicio en contra de los presuntos autores materiales del asesinato del candidato a la Presidencia.
En la declaración, el testigo destacó el rol que tuvo alias Chino y a través de una foto lo identificó como Darío Suárez Bedón, quien en agosto de 2023 estaba preso en la cárcel Regional de Cotopaxi, cumpliendo una sentencia de 34 años y 6 meses de prisión por el crimen del abogado Harrison Salcedo, ocurrido en abril de 2021. El jurista se dio a conocer por defender a peligrosos delincuentes como el asesinado líder de Los Choneros, José Luis Zambrano, alias 'Rasquiña', y el exvicepresidente Jorge Glas.
Alias Chino, según el testigo protegido, era su jefe. Él y su esposa, Laura Dayanara Castillo Velin, alias flaca, hoy procesada, operaban en Quito para él. A través de Chino, la cadena de mando llegaba hasta el narcotraficante Leandro Norero. A través de los chats del caso Metástasis, la Fiscalía reveló en diciembre de 2023 que Norero mandó a matar a Harrison Salcedo porque este insultó a su madre y lo quería extorsionar para no exponerlo públicamente, pues el cabecilla constaba como muerto ante el Registro Civil, según lo que Norero contó a Daniel Salcedo en sus chats.
Desde el 3 de agosto de 2023, el testigo y los demás implicados tuvieron reuniones para planificar el crimen del candidato a la Presidencia. Chino e alias Invisible, identificado como Carlos Angulo Lara, otro preso en la cárcel de Cotopaxi, se conectaban a la reunión a través de videoconferencia. Este preso estaba en la zona de máxima seguridad del presidio.
Chino e Invisible daban órdenes sobre cómo y con quién debían contar para matar a Villavicencio, quien se había hecho un nombre a partir de sus investigaciones periodísticas que revelaron la corrupción en los gobiernos de Rafael Correa, Lenín Moreno y, ya como asambleísta, de Guillermo Lasso.
El testigo contó que se negó a participar en el asesinato. Entre el 5 y el 7 de agosto, Chino le insistía que se manchara las manos de sangre para que él pudiera dejar de ser un mando medio y subir en el escalafón criminal. El testigo narró que Chino era “una de las firmas” en el interior de la cárcel de Cotopaxi, pues manejaba un sector de la prisión y era mano derecha de otros cabecillas con más peso en la organización narcoterrorista.
La esposa del testigo, Dayanara Castillo Velin, alias Flaca, le insistió a este que participara en el crimen, pues le dijo que si no lo hacían, los matarían o asesinarían a su tío que está en la cárcel. Los argumentos no fueron suficientes y mantuvo su decisión. Entonces ella le dijo: ‘usted es ahuevado’, contó.
La decisión de rehusarse a matar a Villavicencio hizo que Invisible y su gente, integrada por sicarios colombianos y gente “más atrevida”, se convirtieran en los principales beneficiarios de los 'premios'. ¿A quiénes querían liberar de la cárcel? El testigo dijo que no sabía con exactitud, pero conocía que la organización delictiva “tenía comprados abogados y a toda la Fiscalía de la Patria”. En la avenida Patria, en el centro-norte de Quito, está ubicada la Fiscalía general y metros más hacia el oeste está ubicada la Unidad de Delitos Flagrantes, donde trabajan más fiscales.
En los días previos al asesinato, el testigo contó que alias Viejo llegó a Quito desde Riobamba. Él fue enviado por otro mando medio de la cárcel de Cotopaxi, al que no identificó, para que ayudara con la logística. En las reuniones de planificación estuvo presente la esposa de Invisible. La cita se hizo en una casa en el sur de Quito y allí se estableció que el gatillero sería alias "Chiquito", Johan David Castillo, el colombiano que fue abatido en el sitio y su celular recuperado y usado para revelar sus comunicaciones con Invisible.
En esa cita también se estableció que una vez ejecutado el crimen, las armas serían subidas en un vehículo Kia Sportage blanco, robado, y llevadas a la Costa. Pero el vehículo fue interceptado por la Policía a las 14:00 del 9 de agosto de 2023, horas antes del crimen de Villavicencio. En su interior se encontraba alias Flaca. En un primer momento, el testigo supo que los policías la buscaban por un caso de drogas. Dijo que quiso revelar el plan, pero Chino lo llamó desde la cárcel y lo amenazó: “HP si se cae la vuelta es por tu culpa y eso (el crimen de Villavicencio) es mi salida (de la cárcel) y vas a ver que te mato”. Su mujer fue liberada después de que se cometió el crimen, aunque hoy nuevamente está en prisión.
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