“Amigo de buen corazón, ayúdenos porque mi hija sufre de ataques epilépticos, no tenemos para sus medicinas”. Con estas palabras escritas en un pedazo de cartulina, una pareja pedía ‘billete’ en la vía Perimetral, al sur de Guayaquil, acompañada de dos menores de edad.

Sin embargo, al llegar al lugar, los agentes de la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen) constataron que todo se trataba de una farsa. Las víctimas, de 4 y 15 años, eran utilizadas para causar lástima y hacer que las personas les dieran plata, reveló a este Diario el capitán Andrés Rivadeneira, jefe operativo de esta unidad policial.

Los detenidos son Pablo, de 45 años, y su presunta conviviente, Valeria, de 18.

El oficial explicó que la alerta la dio un transeúnte, quien al ver a dos menores de edad en la calle y acostadas sobre el forro de un colchón se comunicó con la Policía para solicitar ayuda de una entidad de gobierno o privada.

“Fuimos a prestar colaboración; sin embargo, cuando llegamos vimos que algo no estaba bien, el suero no estaba pegado al brazo izquierdo de la jovencita, y la niña no tenía documentos que comprueben que era familiar del señor”, indicó.

Para corroborar si sufrían de alguna enfermedad, los investigadores de la Dinapen las trasladaron hasta una casa de salud, allí los médicos corroboraron que no padecían de la dolencia que aseguraban en el cartel.

“El hombre, quien registra cuatro antecedentes penales, junto con su conviviente fueron detenidos y puestos a órdenes de las autoridades. El fiscal dispuso su aprehensión por explotación laboral y trabajo forzoso, pero el fiscal que realizó la audiencia reformuló los cargos por mendicidad. Les dictaron medidas sustitutivas, tienen prohibido salir del país y deben presentarse periódicamente”, detalló el oficial.

Además, reveló que la investigación estableció que la pequeña es nieta del detenido, pero no tiene ningún parentesco con la adolescente.

“La criatura no tiene documentos, el detenido aseguró que la madre es consumidora de droga y que se encuentra en una clínica de rehabilitación y que por eso está al cuidado de su nieta. La chica nos manifestó que se escapó de su casa en Bababoyo (Los Ríos) porque la mamá tenía otra pareja. Se nota que ellas estaban sometidas al dominio del señor y podría tratarse de una posible trata de personas”, sostuvo el jefe de la Dinapen.

Para precautelar su bienestar, las dos fueron trasladadas a una casa de acogida.

EXTRA omitió los apellidos de los implicados para proteger la identidad de las menores de edad, tal como lo manda el Código de la Niñez y Adolescencia.

El tercer caso en menos de tres meses

El capitán Rivadeneira reveló que con este caso ya van tres de similares características los investigados por la Dinapen en este año, solo en Guayaquil. “En junio pasado se detuvo a una pareja y se rescataron dos menores de edad que eran utilizados para mendigar. En agosto, a una madre que se valía de sus ocho hijos para pedir dinero en las calles. En este último caso hasta montaron un teatro para pedir plata”, manifestó.

Recomendó a las personas que conozcan de un caso en que adultos se aprovechen de niños para pedir dinero, alertar a las autoridades para que se dé la atención necesaria. “No deben ser usados para este tipo de actos, es un delito. En su defensa, el detenido dijo que lo hacía por necesidad”, sostuvo.

El delito de explotación laboral infantil está tipificado en el artículo 105 del Código Orgánico Integral Penal y establece una pena privativa de libertad de diez a trece años.