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El cadáver de la víctima fue abandonado siete días después del crimen.Cortesía

Expertos advierten sobre secuestros: se negocian bien o ¡chao!

Un comité de crisis debió conformarse para tratar el rapto de Diana Vega, en Quito

Para manejar el secuestro de Diana Vega, quien habría sido asesinada por su presunto captor, Luis Casa, durante su cautiverio en un domicilio de Atucucho, en Quito, se debió aplicar un protocolo estricto.

Así lo detallaron dos policías en servicio pasivo consultados por EXTRA y que analizaron este caso, perpetrado el 23 de julio... esa fecha, Vega salió de su hogar a su trabajo y fue raptada.

Carlos Alulema, general y creador de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida (Dinased), dijo que, tras confirmarse un secuestro, lo primero que se hace es formar un comité de crisis.

"Quienes deben manejar las negociaciones son los policías. Ellos están capacitados para eso”. Carlos Alulema

En este equipo tienen que trabajar los miembros de la Unidad Antisecuestros (Unase), un fiscal y parientes de la víctima. Sin embargo, el manejo técnico de las negociaciones lo deben ejecutar los policías investigadores, según Alulema.

“Debe hacerse de ese modo porque la vida de la víctima corre peligro. Los agentes tienen una preparación especial para llevar adelante este tipo de situaciones”, acotó.

En el caso de Vega, fueron los familiares quienes mantenían contacto directo con Casa, según la información judicial que se reveló en la audiencia en contra del procesado. Él les llamaba y pedía que le dieran 3.000 dólares para liberar a la víctima.

Un contingente de la Dinased, así como de Criminalística, cercó el sitio donde se localizaron los restos.Cortesía

Alta probabilidad de morir

Si bien, en esta situación sí se aplicó un protocolo, a decir de Freddy Sarzosa, jefe de la Dinased, no se detalló qué papel cumplieron los agentes que asesoraron a los parientes de Vega en las negociaciones.

Para Santiago Nieto, exmiembro de la Unase, mantener la confidencialidad del trabajo policial en un rapto es primordial. Esto porque el afectado tendrá más posibilidades de continuar vivo. “Cuando alguien es secuestrado, ya existe un 50 por ciento de probabilidad de que sea asesinado”.

En este punto se debe tener mucho tino porque los agentes no solo deben lidiar con las negociaciones para que la víctima no muera, sino también se debe hacer una investigación para dar con el paradero de los raptores.

Con Vega, la Policía hizo algunos cotejamientos: georreferenciación de las cabinas de donde se comunicaba Casa, grabaciones de voz, así como conseguir filmaciones del sujeto cuando entraba y salía de los sitios de los que llamaba.

"Las probabilidades de vida de una persona secuestrada disminuyen a un cincuenta por ciento”. Santiago Nieto. 

Pero todo fue inútil porque la mujer fue asesinada antes de que la pudieran localizar. Según el examen forense, ella fue estrangulada y después la embalaron para arrojar su cuerpo en el sur de Quito. La encontraron el 11 de agosto, luego de que Casa fuera detenido.

Nieto acotó que existen altas probabilidades de que se presenten este tipo de reacciones en los secuestradores. “Hay que entender también la psicología del delincuente, las circunstancias del cautiverio, entre otros. En cierto momento, el secuestrador puede tomar una decisión adversa como asesinar a la víctima”.