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‘Exguerros’ reavivan el crimen y el miedo en la frontera
Ya no forman parte de la guerrilla colombiana, pero han entrado a Ecuador para asesinar. Recientes capturas demuestran su fuerte presencia.
Los últimos asesinatos de Lago Agrio, en Sucumbíos, no solo trajeron terror. También han sacado a la luz a criminales que van cobrando más fuerza contra la seguridad del Ecuador: los disidentes guerrilleros, en especial los de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Si bien esta parte fronteriza ha lidiado con ‘guerros’ durante décadas, ahora lo hace con quienes no se acogieron a la firma de paz hace seis años. Pese a que su presencia no es nueva –ya que son considerados como grupos residuales–, su participación en actos delictivos en lado ecuatoriano se ha hecho mucho más frecuente.
Por eso se cree que en las muertes más violentas acaecidas en una semana (13 asesinados del 16 al 23 de enero) en la ciudad amazónica estuvieron implicados exguerilleros fuertemente armados, según la policía. “Ellos usan armamento similar al que tienen las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional”, aseveró Washington Samaniego, comandante saliente de la Subzona Sucumbíos.
Más peligrosos
Para Santiago Nieto, policía en servicio pasivo y experto en seguridad, la amenaza es mucho más grande para el país cuando se habla de una disidencia. “Son personas que tienen un nivel de preparación mayor al de un delincuente común”.
Sus tácticas, manejo de armamento y hasta la aplicación de técnicas de inteligencia para cometer delitos es más eficaz, a decir del especialista. Por eso, estas disidencias han sido señaladas por las autoridades colombianas como las causantes de la extrema violencia en la frontera sur de esa nación.
Según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz de Colombia (Indepaz), en lo que va del año han ocurrido 10 masacres que han dejado 29 víctimas mortales. Los hechos violentos han sido en 10 departamentos diferentes. Dos de ellos –Nariño y Putumayo– son fronterizos con Ecuador.
Frontera caliente
Si bien esas matanzas han sido atribuidas a la disputa por el control narco en el sur colombiano, todavía no se tienen claros los nombres de las disidencias que operan en la zona.
Lo que sí está claro es que en Ecuador su presencia se ha reavivado. Y una de estas es la del Frente Óliver Sinisterra, responsable del secuestro y asesinato de tres integrantes de un equipo periodístico de diario El Comercio en San Lorenzo, Esmeraldas, hace cuatro años.
Algunos acontecimientos en esa parte fronteriza los han puesto de nuevo en la mirada pública. El uno fue el hallazgo de una base de descanso en ese cantón esmeraldeño, el 20 de enero.
Las Fuerzas Armadas hallaron municiones 5,56 (para fusil), una subametralladora y más pertrechos de uso militar.
Cuatro días después, en San Lorenzo fue detenido Juan Gabrial Arízala, hermano de Walter Arízala –alias Guacho–. Llevaba consigo un arma de fuego y se presume que es parte de las disidencias, solo que las autoridades ecuatorianas lo procesaron por porte de armas.
Y para rematar, dos integrantes de un grupo llamado Comando Coordinador de Occidente –que se pelea con el Ejército de Liberación Nacional (ELN)– fueron detenidos también en San Lorenzo. Con estos indicios, se demuestra que la presencia de disidencias llegó con más fuerza a Ecuador.
Falta de inteligencia
Para Mario Pazmiño, analista militar y de seguridad, hay diversos factores para el aumento de la inseguridad. Uno de estos, la falta de labores de inteligencia para prever escenarios a fin de combatirlos.
“No existe seguimiento a los fenómenos del crimen organizado, narcotráfico y delincuencia común, las que incrementan los niveles de violencia en la comunidad”, precisó.