El reciente anuncio del Gobierno argentino de permitir que las universidades públicas cobren aranceles a estudiantes extranjeros no residentes ha generado una ola de reacciones en distintos sectores, especialmente entre las comunidades migrantes que ven en esta medida una amenaza a la igualdad de acceso a la educación.

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El vocero presidencial, Manuel Adorni, informó que la medida busca “avanzar hacia un país ordenado” y representará una nueva fuente de financiamiento para las universidades. En particular, señaló que las carreras de Medicina, que en algunas instituciones cuentan con hasta un 30% de estudiantes extranjeros, podrían ser las más afectadas.

Sin embargo, ni el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) ni la Universidad de Buenos Aires (UBA) estaban al tanto de esta modificación, lo que ha generado incertidumbre y desconcierto en el ámbito educativo.

"Una afrenta a la inclusión": la respuesta de los estudiantes ecuatorianos

Ante esta situación, la Asociación de Estudiantes Ecuatorianos en Argentina emitió un comunicado rechazando la medida, al considerar que vulnera derechos fundamentales y pone en riesgo los valores históricos de inclusión que caracterizan a la educación pública argentina:

"Consideramos que esta medida constituye un grave retroceso en materia de derechos humanos y una afrenta a los valores históricos de igualdad, inclusión y cooperación internacional que han definido a la Argentina", reza el comunicado.

Además, cuestionan la creación de la categoría de "estudiante extranjero no residente", señalando que no tiene sustento jurídico y que, en la práctica, promueve el estigma hacia los estudiantes migrantes.

La asociación destacó que muchos de estos estudiantes llegan al país debido a situaciones de desplazamiento forzoso, motivadas por conflictos, crisis económicas o la falta de servicios básicos en sus países de origen, especialmente en regiones como América Latina.

"Caradura": la reacción de algunos argentinos en redes sociales

El rechazo de los estudiantes ecuatorianos no ha pasado desapercibido en redes sociales, donde algunos usuarios argentinos han expresado su molestia, acusándolos de exigir privilegios en un sistema que, según ellos, ya enfrenta problemas para atender a la población local.

Uno de los comentarios más representativos fue el de @diegogonzalez87, quien calificó de “caradura” a la asociación: “¡Tremenda la caradurez para publicar esto! ¿Con qué cara vienen a exigir?”.

Otro usuario, @collagedepri, expuso la frustración de muchos argentinos que consideran que las ayudas económicas y becas deberían priorizar a los ciudadanos locales antes que a los extranjeros:

“Mi vieja trabaja 24/7 para bancarle la educación a mis hermanos. Mi hermano no pudo acceder a una beca nacional por la burocracia maldita. Pero sí se le otorgan becas a universitarios extranjeros sin problema. Explíquenme por qué ustedes tienen más derechos que mi hermano nacido y criado acá.”

La polémica refleja una fractura en la percepción de la educación pública argentina. Mientras algunos defienden la tradición de puertas abiertas a estudiantes extranjeros, otros exigen que se priorice a los nacionales en un contexto económico cada vez más complejo.

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