Los ‘viajes’ que realizaba Fernanda antes de dormir, mediante el desdoblamiento (sensación de flotar cuando el cuerpo astral abandona el cuerpo físico), empezaron a convertirse en momentos de terror cuando susurros terroríficos interrumpían esta experiencia.

“Ven, Fernanda, y quédate”, era la frase que se clavaba en la mente de la guayaquileña de 25 años. La escuchaba a lo lejos, pero era lo suficientemente clara para sentir miedo. Esto le sucedía desde hace 10 años en la habitación de su casa ubicada en el sector de La Puntilla, Samborondón.

“Yo me desdoblaba y no pasaba nada raro, pero apareció esa voz y cada vez era más constante. Lo curioso y lo que me hacía dar miedo era que mientras las escuchaba no podía moverme y regresar a mi cuerpo, me quedaba congelada”, cuenta la estudiante de Administración de Empresas.

Su “último gran susto” fue en 2018. Una noche de noviembre, Fernanda decidió ir a dormir temprano porque estaba cansada y se desdobló, aunque en esa ocasión demoró en regresar a su cuerpo.

“La voz estuvo mucho tiempo y solo me repetía: ‘Ven, Fernanda, y quédate’. Me desesperaba por regresar y no podía. Igual nunca se me pasó por la cabeza ir hacia la voz. Solo pude regresar cuando me concentré en otra cosa y no en los susurros”, cuenta.

Al mismo tiempo que aparecieron los murmullos, ella empezó a decaer sentimentalmente, se enfermó y sus pensamientos cambiaron. Dejó de pensar en el bienestar de sus familiares y por su mente rondaban “ideas malas y suicidas”. Sin embargo, esas experiencias dejaron de ser tan recurrentes cuando se radicó en Israel desde diciembre de 2018.

“Aún tengo los desdoblamientos y escucho la voz, pero ya no es tanto como antes. Eso empezó a cambiar desde que me apegué más al bahaísmo (religión de Medio Oriente)”.

El bahaísmo es una religión monoteísta (creencia de la existencia de una deidad o ente supremo) cuyos fíeles siguen las enseñanzas de Bahá’u’lláh, su profeta y fundador, a quien consideran la manifestación de Dios.

Era alimento para los entes

Byron Carranco, investigador de hechos paranormales, explica que Fernanda es una medium (persona a la que se considera dotada de facultades paranormales de percepción extrasensorial), por lo tanto tiene la capacidad de poder interactuar con supuestas entidades.

Respecto a los susurros, ella estaba sufriendo una parasitación astral.

“Hay entidades que pueden sentir la presencia de personas que no son de su mundo, por decirlo así. Cuando ella fue detectada, este espectro empezó a trabajarla, hacerle baja la autoestima, que sienta tristeza con el fin de que ella genere energía negativa, de lo que se alimentan las entidades. Ella era una fuente de alimento para ese ser”, explica el experto.

Carranco destacó que Fernanda podría fallecer a causa del decaimiento sentimental y la parasitación astral, antes de cumplir el tiempo que debe estar entre los seres vivos. Y por aquello, podría quedarse como fantasma deambulando hasta que cumpla su periodo.

“La fuerza de sus creencias y el apegue a su religión han ayudado que se libre de ese mal. Es la mejor receta para esto, que en ocasiones lleva a la muerte a la persona”, puntualizó el investigador de tecnologías ancestrales.