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Guayaquileña no puede dormir por la presencia de supuesto espectroMiguel Rodríguez

Enigmas: ¡Espectros se alimentan de ella!

Por cerca de 20 años ha sido atormentada por una entidad maligna. Experta explica que son seres parasitarios que les gusta asustar a las personas

Por las noches no puede dormir. El sueño de Daniela es ligero y al más mínimo ruido se levanta asustada. Y todo por la culpa de un supuesto espectro que la atormenta desde hace casi 20 años, en su casa ubicada en Samborondón.

En su domicilio, Daniela siempre experimentó situaciones raras, que le hacían poner los ‘pelos de punta’. Siente el ambiente pesado. Leves gritos en el pasillo. Y sobre todo, sin importar dónde esté, que la sigue una sombra, que tiene la silueta de una persona y porta un sombrero.

Pero ella lo tomó a la ligera y se acostumbró a convivir con estos eventos desde los siete años que tuvo su primera experiencia. Es más, cuando siente la presencia del supuesto ser, asegura que se llena de valentía y en voz alta dice: “no te voy a ‘parar bola’, así que ándate de aquí y déjame tranquila”.

Pero “la preocupación y miedo escalofriante” la terminaron de abordar hace dos años (2019) cuando empezó a ver con más frecuencia la sombra durante las noches. Relata que se asoma por la ventana de su cuarto, que está en la parte trasera de su casa y colinda con la calle, y la ve parada como estatua debajo de la luz de una luminaria pública.

Por esta razón, Daniela, hoy toda una abogada, le contó sobre estas supuestas presencias a su hermana menor, porque ella, en algunas ocasiones, también escuchó los gritos. Aunque, hasta ahora, a sus 27 años, no se atreve a contarle a sus padres, ya que son reacios al tema de los hechos paranormales.

“En una ocasión llamé a mi hermana para que vea la sombra y se distorsionó, no pudo verla. La veo por la ventana de mi cuarto, incluso cuando voy a mi otra casa por la vía a Salitre (provincia del Guayas). Siempre está en el mismo lugar”, cuenta sobre el supuesto ser, que no sabe por qué razón la sigue.

Rafaela Álvarez, investigadora de hechos paranormales, explica que no es necesario que la persona haya estado involucrada en un evento (ouija, brujería, entre otras) para que un ser parasitario (ver infografía explicativa) se fije en alguien.

“Cuando se siente un ambiente frío y un viento helado es cuando el sombrerero negro hace su aparición. Trata de hacerte entrar en pánico, hacerte desesperar para robar esas energías. Se alimenta del temor. A veces, estos seres se ensañan con la persona porque está pasando por una mala racha o en su hogar hay problemas”, añade.

Según la experta, Daniela empezó a ver con más frecuencia al ser parasitario porque está “hambriento de emociones”. “Ellos van y vienen porque solo buscan alimentarse. Para evitar que regresen tienen que buscar ayuda profesional (exorcista, espiritista, chamán o un cura) para crear un campo espiritual sobre la casa”.

Hasta que eso ocurra, Daniela deberá seguir atenta al espectro de sombrero negro. A su sombra. A no dejarse vencer por su miedo.