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El cruce por el llamado tapón de Darién es considerado como vivir el infierno en vida, por quienes han logrado superarlo.INTERNET

Ecuatoriano narra su dolorosa travesía por el Darién, la selva colombo-panameña

Todo lo que se dice de lo duro que es cruzar el Darién no detiene a los migrantes. Xavier Paz lo vivió en carne propia... y por partida doble.

Tres mil dólares, una mochila con poca ropa, agua y enlatados, botas y mucha ilusión. Así emprendió Xavier Paz, de 23 años, su oscura odisea por la selva del Darién rumbo a Estados Unidos. “Es muy difícil. Yo llegué a EE. UU. en mi segundo intento”, comenta vía online a EXTRA desde Santa Ana, en California.

En julio del año pasado, Xavier emprendió, desde Necoclí, en Colombia, el reto de cruzar esa selva espesa de 5.000 metros cuadrados que se extiende entre ese país y Panamá, y por la que en 2022 transitaron 248.284 migrantes, casi el doble que en 2021 y que en los dos primeros meses de este 2023 suma ya 46.000 peregrinos, según Migración de Panamá.

De esta última cifra y hasta el 15 de febrero pasado, 9.536 son ecuatorianos. Cantidad bastante superior a la de entre enero a septiembre de 2022, cuando las autoridades contaron 6.698 compatriotas.

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  • Se mueren en el camino

En Necoclí, Xavier no tuvo que esforzarse por conseguir a un ‘guía’. “Usted va a cruzar el Darién. A esta hora va a salir un grupo”, le ofrecieron. “Salimos 1.200 migrantes y llegamos 130 a Estados Unidos. El resto se quedó en el camino, algunos murieron”.

Su voz se quiebra al recordar cómo la única ceremonia que se le hacía a quienes fallecían en el intento era echar unas cuantas manadas de tierra o lanzarlos al abismo.

“La selva olía a muerto, porque mucha gente moría y nadie la podía enterrar. Era algo doloroso. Yo decía, ahí queda un hijo, una madre, un padre que no saldrá de aquí y no recuperarán el cuerpo”, lamenta.

Por su mente aún rondan los recuerdos de su triste viaje para llegar a la 'Yoni'.Cortesía: Xavier Paz

Pese a este infierno, el paso de los ecuatorianos por esta selva va en ascenso. En todo el año pasado, 29.456 ecuatorianos cruzaron el Darién. La segunda nacionalidad sudamericana con más demanda, después de Venezuela.

Y es que, como Xavier, los ecuatorianos tienen cada vez más una gran razón para migrar: la inseguridad. El año pasado en Ecuador las muertes violentas (4.600) aumentaron más del doble que en 2021 (2.135 personas) y solo de enero a marzo de 2023 sumaron 1.356.

Con cada kilómetro montaña adentro, Xavier despertaba su espíritu de sobrevivencia. “Había mucha gente que llevaba una semana intentando salir de la selva. Había niños abandonados”, recuerda.

  • A la segunda lo logró 

Su experiencia se cuenta por partida doble. La primera vez que inició esa travesía duró más de 30 días y cuando llegó a Estados Unidos la Policía lo detuvo por dos meses y luego lo deportó.

Sin embargo, agradece que el fin de su primer viaje haya sido la deportación, porque otros migrantes han perdido la vida incluso saliendo de la selva, como los seis ecuatorianos que fallecieron en febrero pasado cuando el bus que los llevaba a un albergue cayó a un abismo, en Panamá.

Había momentos de descansos para comer y dormir, aunque pocos, dice Xavier. Ese era el único momento, recuerda, donde compartían comida y había risas y felicidad en medio del infierno. En su segundo intento, Xavier lo logró, asimismo, atravesando montañas de 8 horas de subida y 8 de bajadas, y padeciendo otra vez el drama típico del Darién, una peligrosa selva que año a año ve cruzar a más ecuatorianos.

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