Sumamente preocupados están los enfermos renales, pues las clínicas de diálisis que prestan servicio a los pacientes del Ministerio de Salud Pública (MSP) e Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) solo tienen insumos para atenderlos hasta este 9 de septiembre. Luego de esta fecha, ante la falta de recursos, quedarán a su suerte.

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Por este motivo, la Asociación de Centros de Diálisis del Ecuador (Asodialisis), la cual agrupa a 105 dializadoras a nivel nacional, hace un llamado urgente a las autoridades del MSP para que se ponga al día con las deudas que mantiene desde hace más de 10 meses.

“Estamos preocupados porque no hay los insumos necesarios, va a llegar el momento en el que nos van a decir que no hay tal o cual cosa y ahí qué vamos a hacer. Somos personas con enfermedades catastróficas y demandamos que el Gobierno se preocupe por nosotros”, critica un paciente de una clínica al norte de Guayaquil.

Cristina Freire, vocera de la Asodiálisis, detalla que son más de $ 80 millones los adeudados por el MSP, dinero sin el cual se les hace imposible seguir atendiendo a los pacientes.

“Tenemos deudas con los proveedores que nos han dicho que ya no nos pueden dar más créditos, tenemos multas del IESS por retrasos en las aportaciones y los médicos y empleados llevan varios meses impagos”, este es el resumen de la situación de las 105 empresas agremiadas.

No hay ni guantes

Para constatar el estado de las reservas de los suministros, Diario EXTRA realizó un recorrido por una de las clínicas prestadoras de servicios, en la cual se pudo observar que la falta de insumos era alarmante.

Entre los suministros más escasos están las fístulas, vías, guantes, mascarillas, insulina y otros medicamentos para controlar enfermedades ligadas a los problemas renales, como la hipertensión y diabetes.

Para agravar la situación, no solo el MSP les queda mal, sino también el IESS. “Están adeudando $ 35 millones desde hace 17 meses; sin embargo, nuestro reclamo ahora es con el Ministerio, porque hay una resolución de la Corte Constitucional que los obliga a pagar de acuerdo a un cronograma y esto no está ocurriendo”, señala Freire.

José Ramón, un paciente con insuficiencia renal, relata que desde hace tres años y medio sufre de este mal y por eso necesita realizarse diálisis tres veces por semana. Su desesperación al conocer sobre la suspensión de los tratamientos se debe a que este es un procedimiento costoso, el cual no podría pagar de forma particular, y de este depende mantenerse con vida.

“No es una atención que puedas dejar de recibir, con un día que no me haga diálisis me empiezo a sentir mal, me hincho todo, me falta la respiración. Esto es caro, cuesta como $ 150 y yo no tengo para pagar. Si ya no nos pueden atender, que nos manden de una vez al cementerio con la caja a morir a todos”.

Se lanzan la ‘pelotita'

En este tema hay un cruce de acusaciones entre instituciones estatales y en esa búsqueda de culpables son los pacientes los perjudicados.

“El Ministerio de Economía dice que le ha dado (las asignaciones) a Salud y este dice que no es suficiente el dinero que ha recibido. Lo que necesitamos son soluciones, no pretextos”, resalta Freire.

El Ministerio de Salud, a través de un comunicado, se defiende de las acusaciones de la Asodiálisis. Indica que se ha ceñido al cronograma de pagos y que en los últimos dos años, de junio de 2021 a julio del 2023, ha desembolsado $ 328.7 millones “para garantizar la atención a más de 19.000 pacientes que requieren terapias de reemplazo renal”.

Además, según el MSP, no ha recibido notificación alguna por parte de uno o más prestadores externos sobre la suspensión de este servicio.

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