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Ecuador, preocupado y con 'carracatera' ante el Covid mutante
La nueva cepa, que incrementa el contagio un 70 %, se detectó en Reino Unido y ahora se tomaron medidas para que no se propague en nuestro país
Blanca Romero, paciente contagiada de COVID que llegó al hospital IESS Sur de Quito se aterró cuando supo que el virus mutó. Su miedo es porque el índice de transmisión aumentó al 70 por ciento, según Boris Johnson, primer ministro de Reino Unido, la primera nación en detectarlo.
Romero, de 58 años, fue ayer al área de atención prehospitalaria para que la revisaran. En su espera, contó que su hija trabaja como enfermera y se infectó con el coronavirus. “Tuve contacto con ella y desde el domingo estoy con los síntomas como la tos”.
Ella teme que el virus llegue al Ecuador y agrave la situación que “de por sí es bastante preocupante”, algo que se está viviendo en Dinamarca, Países Bajos, Australia y Sudáfrica, según informes internacionales.
Por eso, el presidente Lenín Moreno decretó el estado de excepción en todo el país y dentro de esto regirán nuevas medidas de restricción (ver infografía).
La mutación
Para Víctor Álvarez, presidente del Colegio de Médicos de Pichincha, las decisiones tomadas no son necesariamente la solución. A su criterio, se deben reforzar las medidas de promoción de la salud porque las sanciones no darán resultados al 100 por ciento.
“Siempre hemos dicho que las reglas de bioseguridad se deben respetar”. Y esto no es descabellado porque, según Álvarez, la mutación del COVID que se está propagando hará que los índices de contagios sean más elevados.
Un ejemplo de esto lo da David Larreátegui, epidemiólogo y profesor universitario en Quito. “Antes veíamos que en una familia de 10 personas, cuatro de ellas se contagiaban de COVID. Ahora, con esta nueva cepa, ese número podría elevarse a siete”.
Sin embargo, eso no quiere decir que la mutación del coronavirus sea más agresiva o que genere alguna afectación distinta a la que se tiene actualmente.
“Lo que sí está claro es que esta cepa se detectó hace cuatro meses y es muy probable que este virus haya fugado de Reino Unido”, dijo Larreátegui. Por eso, a su criterio, en el Ecuador se debe estar preparados para un seguimiento epidemiológico adecuado para cuando se detecten estos casos. “Lo malo es que en nuestro país no hay pruebas genómicas que identifiquen a este virus”.
FABRICANTES DE 'VIEJOS', PREOCUPADOS
“Ahora sí se fregó todo”, manifestó José Paredes, mientras retiraba el molde de un monigote que simboliza al COVID-19. Era el último muñeco de los 80 que el artesano pensaba comercializar.
La resolución del Comité de Operaciones de Emergencias (COE) nacional de prohibir la quema de los años viejos es para los 1.200 artesanos y comerciantes de la calle 6 de Marzo “la estocada final” para una tradición que ha sufrido altibajos.
“Trabajamos todo el año para esta fecha. No es justo que ahora digan que se prohíbe la quema, que es como decir que no compren nuestros productos”, expresó Eddy Zambrano, presidente de la asociación Artesanos Solidarios.
El dirigente calculó que entre 10.000 a 15.000 monigotes son elaborados solo en esa vía del centro de Guayaquil.
Una vez que se conoció la noticia de prohibir la quema, la 6 de Marzo quedó desierta de clientes.
La situación motivó la protesta de artesanos y comerciantes; incluso, algunos intentaron tomarse parte de la arteria.
La dirigencia espera una nueva reunión con las autoridades del COE cantonal para que en ella se busque alternativas. (JPZ)