Con apenas tres meses de nacido, sin estar consciente del duro ataque al que sobrevivió, un pequeño se quedó huérfano de madre en el cantón Durán. Ella fue asesinada la tarde del domingo 2 de junio, en la cooperativa María Piedad, junto a otra de sus hijas, de 13 años.

Este lunes 3 de junio, un día después del espeluznante suceso, el neonato era cargado por una tía. Tenía puesto un trajecito amarillo y estaba dormido, mientras otros parientes suyos conversaban alrededor.

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Eran las 10:30 de la mañana. La familia se alistaba para velar los cadáveres de la mujer y de la adolescente, que aún debían ser traídos desde la morgue policial, en el suroeste de Guayaquil.

Los allegados a Teresa, la progenitora de 34 años acribillada a tiros, seguían con dudas por no tener una sola sospecha de la razón del doble crimen. El hecho fue cometido por un sujeto que se acercó a la casa que alquilaban las víctimas y disparó metiendo la mano por la ventana, que estaba abierta.

“Ella andaba siempre de arriba para abajo con el marido. Si querían hacerle eso, en cualquier momento que salía pudo ser, pero amenazas no hubo”, dijo la tía del bebé.

Comentó también que, previo a los disparos, Teresa comía con su pareja y tres de sus seis hijos: una niña de cuatro años, la adolescente de 13 que murió y el niño. Disfrutaban de una cangrejada.

“Ella comía con el bebé en los brazos. El marido también estaba comiendo, pero como el niño tiene una mecedora, ella le pidió que se la vaya a ver al cuarto para darle la teta al niño. A lo que él se va, la niña de cuatro lo sigue”, relató.

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Ese fue el instante en que se oyeron los tiros. El padre de familia se quedó en la habitación hasta que terminaran los disparos. Al salir se topó con la horrenda escena: su amada y la adolescente tiradas, con heridas de bala.

El pequeño de tres meses, milagrosamente, quedó vivo. “Él lloraba, pero está bien. Gracias a Dios no le cayó ninguna bala”, dijo la pariente.

Respecto al caso, el teniente coronel Juan Pablo Calvas, subjefe policial del cantón Durán, refirió que “antisociales avanzaron al lugar y, posiblemente, intentaron segar la vida de la persona mayor de edad, la mujer. Lamentablemente, al haberse encontrado la menor, también acabaron con su vida”.

La tarde del doble crimen, cuando la zona estaba cercada, el padre de Teresa dijo que ella y su yerno no estaban involucrados en actos delictivos. Sobre esta aseveración, Calvas dijo que eso se determinará con las investigaciones posteriores.

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