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¡Quemadas por error!
Mientras dormían la noche del 14 de abril pasado, seis sujetos atacaron a una madre y su hija por equivocación. Buscaban a un vecino.
La tragedia ocurrió la noche del sábado 14 de abril de 2018 en la ciudadela 12 de Abril, del cantón Naranjal (Guayas).
En esa fecha se consumó la presunta equivocación que no solo dejó gravísimas secuelas en los cuerpos de una madre y su hija, sino también en sus corazones. Las víctimas: Jéssica Díaz Silva, de 25 años, y su pequeña Madisson, entonces de 3.
A ambas les rociaron gasolina y les prendieron fuego mientras dormían. Los causantes del ataque fueron seis personas que, al parecer, querían quemar a un vecino, pero que, ‘por error’, prendieron a la mamá y a la niña. De los atacantes apresaron a tres y, los restantes, siguen en paradero desconocido.
Los recuerdos de aquella desgracia están latentes en la memoria de Jéssica. Aquella madrugada ella y su pequeñita se acostaron a dormir. La habitación daba a la calle y la ventana no tenía vidrio, solo una cortina cubría las rejas. Tenían dos meses viviendo en dicho inmueble.
Lucía Silva, mamá de Jéssica, recuerda que diez minutos antes observó a un grupo de motorizados rondar el sector. Sin sospechar la desgracia, toda la familia se acostó a dormir.
La explosión y los gritos desesperados de su hija y de su nieta la despertaron.
“Mi hija estaba envuelta en llamas y con su bebé en brazos tratando de apagarla”, comentó con su voz entrecortada Lucía.
Se vivieron momentos de pánico. Las llevaron a una casa de salud de Naranjal. Allí estuvieron casi 10 horas y, por la gravedad de las heridas, las trasladaron en un helicóptero de la Policía a Guayaquil.
Los médicos les dieron pocas esperanzas de vida. Jéssica presentaba lesiones en sus brazos, cuello, tórax y parte del rostro. El estado de la niña era más delicado. Ella tenía quemaduras de tercer grado en el 45% de su cuerpecito.
“Los médicos me dijeron que solo un milagro salvaría a mi sobrina. Su mano derecha no tenía piel, se le veían los huesitos”, mencionó aún consternada Katherine Díaz, hermana y tía de las afectadas.
Madisson se aferró a la vida y a los 15 días despertó. Abrió sus ojitos y, aunque no hablaba ni se movía, milagrosamente su salud iba mejorando.
Su progenitora en cambio tardó 45 días en despertar. Jéssica confiesa que mientras estuvo en coma vio morir a su hija y eso le quitaba las ganas de vivir.
“Cuando reaccioné no me acordaba nada. No sabía qué hacía en el hospital. Perdí la memoria por algunos días. Quizás me resistía a saber mi condición. No quería verme en el espejo”, confesó la joven de 25 años, quien laboraba como impulsadora de una marca de atún.
El pasado 14 de agosto Madisson cumplió cuatro años y los terapeutas le compraron un pastel. “Cuando prendieron la vela salió despavorida y comenzó a gritar ‘me quemó, me quemó’....”, contó con pesar Jéssica.
La joven sostuvo que su niña no soporta ver el fuego. No se acerca a la cocina y cuando ve una vela encendida sale corriendo. Ella debe ser sometida a otras intervenciones para borrar las heridas de su piel.
En la actualidad, no se sabe qué pasará con las tres personas que están detenidas. El próximo 8 de noviembre se realizará la audiencia de juzgamiento de los sospechosos en la Fiscalía de Durán.
“Tenemos miedo de que salgan en libertad. Hay pruebas de que fueron ellos. Incluso personas que los vieron”, acotó con preocupación Lucía.
La mujer pide justicia. La angustia de ver a la mayor de sus cuatro hijas y a su nieta en ese estado no la deja vivir en paz.
Cronología
14/04/2018
Ocurrió la tragedia. Jéssica y su niña dormían cuando les echaron gasolina y les prendieron fuego.
18/06/2018
Jéssica fue dada de alta y llevada a Naranjal para recibir los cuidados de sus familiares.
08/11/2018
Para esta fecha programaron la audiencia de juzgamiento en contra de los sospechosos. Se desarrollará en Durán.
Ayuda
Quienes deseen colaborar con Jéssica y su niña pueden contactarse a los números de celulares 0993058949 o al 0986519466.