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La despiadada advertencia de Los Tiguerones a los consumidores: "Nos sentenciaron a muerte"

En Nueva Prosperina, la muerte acecha a los drogadictos. Están asustados, pero el vicio los vence. Expertos advierten que esta banda busca legitimarse

La mayoría de los consumidores viven en las calles. A pesar del peligro constante, las veredas siguen siendo su hogar.
La mayoría de los consumidores viven en las calles. A pesar del peligro constante, las veredas siguen siendo su hogar.EXTRA

Cada vez que sale a la calle en la Nueva Prosperina, la muerte le susurra al oído a Gustavo, de 23 años. Desde hace un mes, un grupo criminal ha sentenciado a los consumidores de drogas de este sector del noroeste de Guayaquil, prometiendo “limpiar” la zona.

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Por esta amenaza, algunos han ‘caído’, pero la adicción de Gustavo es más fuerte que cualquier advertencia mortal. Este joven guayaquileño lleva cinco años sumergido en el consumo de H, (mezcla de heroína con anfetaminas y hasta raspado de pared. Los estragos de su dependencia se reflejan en su apariencia: piel manchada, cicatrices regadas en su cuerpo y temblor constante en sus manos, debido el deterioro de su organismo.

A pesar del temor que siente al caminar por la Nueva Prosperina, distrito conocido por su alta violencia y que ha registrado 221 asesinatos entre el 1 de enero y el 30 de agosto, lo hace para buscar botellas y cartones, de cuya venta obtiene los 5 dólares que necesita todos los días para comprar sus dosis de droga.

Gustavo reside en una cooperativa de El Fortín, sector controlado por la banda criminal Los Tiguerones (ver infografía), que ha amenazado con exterminar a los ‘hacheros’ y consumidores de otras sustancias.

“Es difícil estar en casa sin consumir. Me expongo porque lo necesito”, confiesa. Durante el día, intenta mantener un perfil bajo, evitando llamar la atención.

Para protegerse, Gustavo ha adoptado una estricta rutina: evita salir después de las cinco de la tarde, hora en la que muchos aseguran que empieza la “cacería”.

Los Tiguerones, Águilas y Fatales son los tres grupos criminales que se disputan el control en el distrito Nueva Prosperina.

La violencia ha escalado en las últimas semanas. Algunos de sus conocidos ya han sido asesinados.

“Nos quieren matar porque piensan que robamos o delatamos a otros, pero solo intentamos sobrevivir. Dicen que somos ‘sapos’, que damos información y que vamos a ‘pagar’ por eso. Nos han condenaron a muerte. Las amenazas comenzaron hace casi un mes”, dice desesperado.

Muchas de las víctimas son consumidores, pero también cumplen el papel de informantes para los líderes del sector, por eso los están matando”.Herbie Guamaní, Distrito Nueva Prosperina

Ángel, otro joven de 23 años, vive una situación similar. Aunque no recuerda cuánto tiempo lleva en el consumo, es consciente de que los quieren eliminar.cMuchas de las víctimas son consumidores, pero también cumplen el papel de informantes para los líderes del sector, por eso los están matando”.

“Consumo ‘H’ y plopló (crack, que suele ser adulterado con matahierbas y otros químicos). No conocía a los que han muerto, pero nos han sentenciado a todos. El miedo no me da lo que necesito, así que me toca buscar la droga. La adicción es más fuerte”, menciona.

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La madrugada del 24 de agosto mataron a tres hacheros que dormían en una covacha en Flor de Bastión.EXTRA

Sábado de 'limpieza'

El sábado 24 de agosto fue especialmente sangriento en Nueva Prosperina. De los cinco hechos violentos registrados ese día, dos compartieron características similares: múltiples víctimas fatales y consumidores de drogas entre los asesinados. Según una fuente policial, las víctimas habían sido advertidas por Los Tiguerones.

“Les dijeron que harían una ‘limpieza’ y que matarían a los consumidores del sector”, indica un investigador.

El primer ataque, que dejó cuatro personas baleadas, ocurrió a las 05:20 en el bloque 17 de Flor de Bastión. Los sicarios llegaron en una motocicleta y dispararon contra los consumidores mientras dormían en una covacha improvisada con materiales reciclables.

La Zona 8, que abarca Guayaquil, Durán y Samborondón, está dividida en 12 distritos, de los cuales Nueva Prosperina se destaca como uno de los tres más violentos.

El segundo sucedió a las 21:00, en el bloque 1 de Paraíso de la Flor. Cuatro presuntos consumidores fuera de una casa fueron sorprendidos por criminales en una tricimoto. Dos murieron.

Control del territorio

Renato Rivera Rhon, coordinador del Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado, y Daniel Pontón, de la Facultad de Seguridad y Defensa del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN), coinciden en que detrás del mensaje de ‘limpieza’ hay una intención más profunda: Los Tiguerones buscan legitimarse e implementar un modelo de gobernanza criminal en los territorios que controlan.

“Los Tiguerones, por ejemplo, están implementando un modelo de gobernanza criminal en los territorios que controlan. A través de métodos que evocan la figura de un Robin Hood, buscan legitimarse ante la población entregando juguetes, víveres y realizando obras comunitarias, intentando ganar simpatía entre los ciudadanos”, afirma Rivera.

La reducción de homicidios no es casual, sino parte de la estrategia de estas bandas, que buscan ganarse la confianza de la comunidad para tener el control y evitar la atención de las autoridades”.Renato Rivera, Experto en seguridad
hacherito
La noche del 24 de agosto, cuatro consumidores de drogas fueron acribillados en este sector de Guayaquil.Joffre Flores

Según Rivera, en sectores como Nueva Prosperina, algunas organizaciones criminales están imponiendo sus propias reglas a los ciudadanos, como prohibir el consumo de drogas en los exteriores de iglesias.

El objetivo final es reemplazar al Estado en funciones claves, ganándose la confianza de la población a través de una forma de extorsión ‘maquillada’, que no siempre recurre a la violencia directa. Por ejemplo, en Nueva Prosperina, ofrecen ‘protección privada’, asegurando que, a cambio de un pago, no permitirán que otra banda atente contra tu hogar. Lo que buscan es reemplazar al Estado, sostiene el experto.

“Los ciudadanos empiezan a ver a las organizaciones criminales como quienes imponen el orden y control, funciones que normalmente debería cumplir el Estado”, agrega Rivera.

Para Pontón, “es un plan perverso” de estos grupos criminales, que buscan legitimarse frente a la población, haciéndose pasar por los que ‘limpian’ la escoria de la sociedad, mientras deslegitiman a la Policía. “Además, puede ser una estrategia para eliminar a consumidores que, a cambio de droga, podrían ser soplones, infiltrados por otras bandas o la misma policía”.

Sin embargo, para el teniente coronel Herbie Guamaní, jefe del distrito Nueva Prosperina, la fractura interna de Los Tiguerones ha desatado una guerra por el control del territorio y de las economías criminales de la zona.

“Hemos observado que los últimos hechos delictivos están relacionados con una subdivisión interna de Los Tiguerones. Esta división ha dado lugar a dos facciones: Los Tiguerones Fénix, identificados por un tigre con la palabra ‘Fénix’, y Los Tiguerones Diamante, que se distinguen por un diamante tatuado en la cara o en la espalda. Esta banda controla casi el 75 por ciento del territorio de Nueva Prosperina”, según Guamaní.

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