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Más de 100 viviendas resultaron afectadas por el deslizamiento de tierra.Patricia Oleas / EXTRA

Deslave en Alausí: Ni con plantones y tomas de vías les hicieron caso las autoridades a los habitantes

Muchos se fueron de la ciudad, salieron asustados porque el temor. Por el alud se han activado tres alojamientos temporales para damnificados

Gritos, llanto, gente corriendo alumbrándose con la luz de sus celulares fueron algunas de las escenas que se apreciaron en las redes sociales, la noche del domingo 26 de marzo, día en el que se produjo un alud en el cantón Alausí, provincia del Chimborazo, el cual afectó directamente a los barrios Nuevo Alausí, Pircapamba, Bua y Casual.

Una cosa es verlo, otra vivirlo, asegura el alauseño Carlos Vallejo, quien dice -con voz entrecortada y lágrimas- que se han perdido familias. “Los Yánez son siete. Mi amigo Vidal y los suyos; Washo Molina y sus parientes”, expresa.

Aunque él desconocía las cifras oficiales de muertos, hasta la tarde del 27 de marzo, según la Secretaría de Gestión de Riesgos: 7 fallecidos. Don Vallejo hace sus propios cálculos en referencia de la gente que conocía.

Luego de la reunión del Centro de Operaciones de Emergencia (COE) y el gobernador de Chimborazo, Iván Vinueza, se determinó 72 horas para que la búsqueda sea solo con fuerza humana, después de ese tiempo se autorizará la entrada de maquinaria, debido a la inestabilidad de la tierra.

Vinueza informó que no tienen certeza “de cuántas personas podrían estar aparentemente enterradas. Estamos trabajando con cuerpos de Bomberos de todo el país. La zona es muy peligrosa (...). Estos días ha llovido bastante y eso ha dificultado. Además del taponamiento de la vía en la parte alta de Alausí, es lo que ha complicado incluso el ingreso de personas para tratar de ayudar”, precisó.

LES AVISARON Y NADA

“No nos prestaron oídos a tiempo, hace meses atrás pedíamos ayuda, los estudios recién fueron entregados los primeros días de marzo”, dijo Eduardo Llerena, habitante del sector.

No sirvieron plantones, protestas, marchas y tomas de la carretera para que se accionara en Alausí y la montaña se les vino abajo, tras una desgracia avisada desde diciembre pasado, cuando aparecieron enormes grietas.

Centros de acopio: En Riobamba, Alausí, Chunchi, Quito y Guayaquil se han abierto puntos de donación de vituallas para los damnificados que superan los 500. 

El 26 de marzo toneladas de tierra arrasaron con más de 50 viviendas, sepultando familias completas. La pesadilla se cumplió.

Es que hubo alerta, pero ni ‘bola’. Incluso, tal era la magnitud de la falla geológica, que tras el deslizamiento de 247 hectáreas de tierra y vegetación en la localidad, en febrero pasado, se declaró en alerta amarilla el cantón.

Días más tarde, en estado de emergencia, tras el aparatoso accidente que sufrió un vehículo en la vía E35 Riobamba-Alausí-Azogues-Cuenca, a causa de las grietas que dañaron la carretera.

Bomberos de diferentes provincias se han unido para las tareas de rescate de víctimas.Patricia oleas / EXTRA

SE SALVÓ DE MORIR

En la iglesia del cantón se encuentra la familia Zuña, su casa también quedó atrapada entre los escombros.

“Anoche salimos y mi abuelita no quería, algo me hizo regresar para convencerle, cuando caminábamos por las rieles se oyó el derrumbe”, narra una joven que no puede continuar el relato porque llora, su cuerpo tiembla, no puede mantenerse en pie por lo que paramédicos la retiran del sitio.

Muchos temen que el cantón quede en el olvido. “Ya no tenemos carretera, la vía es pésima, no pueden ingresar productos, peor sacar, la gente se va, qué va a pasar, esto es tragedia nacional”, señala Manuel Palacios.

Otra de las preocupaciones de los lugareños es el agua potable, la cual comienza a escasear.

Se reportan daños en 150 metros de vía, en tanto que el 25 % del alumbrado público resultó afectado.

El jefe de Bomberos de la localidad de Riobamba, capitán Orlando Vallejo, pide prudencia, ya que en este momento el sitio es inestable, el estudio técnico de los geólogos reveló que podría darse otro deslizamiento.

El coliseo municipal del cantón fue habilitado como albergue para los damnificados.Patricia Oleas / EXTRA
"Nos dicen que evacuemos. Mi hija vive en Chunchi. Me voy para allá, para precautelar la vida de mis hijas”María Coro, moradora de barrio El Calvario