Dieciséis días después del asesinato de su segundo hijo, Rodery Vélez Lencina, una madre guayaquileña enfrenta otra tragedia: su hijo mayor, Jordy Roberto Moncayo Vélez, también fue enviado a la tumba.

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La muerte de Rodery, de 18 años, se registró el pasado 11 de julio en la cooperativa Reina del Quinche 1. El joven y otro ciudadano fueron atacados en el exterior de un inmueble. Mientras tanto, Jordy fue baleado la tarde de este sábado 27 de julio en el bloque 4 de la cooperativa Unión de Bananeros. Ambos sectores son parte del Guasmo Sur, en Guayaquil.

Con la voz entrecortada, la madre de los jóvenes relató que ambos eran miembros de una organización criminal que opera en el sur de la ciudad, y que sus asesinos serían miembros de una banda rival.

“La muerte del segundo de mis hijos aún me tiene desconsolada, pero ahora estoy peor que antes, completamente destrozada. Mi hijo mayor estaba amenazado; hace algunos días, un sujeto se acercó y le dijo que antes del martes ya iba a estar muerto. Él era miembro de la banda Mafia 18. Muchas veces los aconsejé, pero no escuchaban”, expresó la dolida progenitora.

La tarde del ataque, Roberto estaba en los exteriores de la casa de un vecino, conversando y observando el ‘peloteo’ de los niños del barrio durante un campeonato deportivo organizado por los moradores del sector en celebración de las fiestas julianas.

Alrededor de seis sujetos armados arremetieron contra él. Como consecuencia del ataque, otras tres personas, dos de sus primos y el dueño del inmueble donde conversaba, también fueron alcanzadas por las balas.

El cadáver de Roberto quedó en el zaguán de la vivienda, hasta donde corrió para evitar ser baleado.

Los tres heridos fueron llevados a una casa de salud y, horas después, uno de ellos falleció en el hospital donde se encontraba internado.

“Mi vecino es una víctima inocente. Fueron a mi hijo a quien vinieron a matar; lo estaban cazando y buscando el momento justo para hacerlo. Se me descarrió y no pude hacer nada. Estuvo varios días escondido en la casa de un familiar, pero ayer (sábado) vino al barrio porque sabía que íbamos a celebrar las fiestas de fundación”, contó la mujer.

Francisco Santiago Cantos Campoverde, de 46 años, es la otra víctima mortal de este suceso registrado en el distrito Sur, el cual, hasta el cierre de esta edición, contabilizaba 185 muertes violentas en lo que va del año.

Una fuente policial reveló que dos organizaciones criminales pretenden tomar el control del territorio para el tráfico de drogas y que este evento violento fue una retaliación por un hecho de sangre ocurrido días antes.

“Mafia 18 y Los Lagartos son las bandas que se disputan el sector. La señora dice que sus hijos eran parte de la banda Mafia 18 y que estaban amenazados”, sostuvo el investigador policial.

En el lugar de los hechos, agentes de Criminalística recogieron 22 vainas servidas de 9 milímetros y un cartucho.

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