Exclusivo
Actualidad

En esta imagen referencial se ve cómo en unos segundos se puede tomar la foto de una tarjeta de crédito.REFERENCIAL

Delincuentes pagarían hasta 200 dólares por información de tarjetas de débito y crédito

Para realizar compras virtuales solo requieren la información de las tarjetas. Reclutan a cajeros para que roben los números

Hay una organización delincuencial que anda detrás de la información de las tarjetas de crédito y de débitos. Para robar no necesitan clonar el documento, les basta tener la numeración, la clave y fecha de emisión y caducidad del plástico para así poder hacer compras o pagar servicios virtualmente.

Una de las últimas alertas saltó hace unos días, cuando un audio se viralizó en las redes sociales, en el que un hombre trata de convencer a una persona encargada de cobrar en un negocio para que acepte robar la información de los plásticos. “Si son 10 de crédito y 5 de débito te puedes ganar hasta 200 dólares. Y si el documento tiene potencial, te damos una bonificación de 100 dólares. Si haces bien el trabajo te damos ropa, entradas para el cine, comida y te pagamos el internet”, se escucha decir a esta persona que aparenta ser parte de la banda que roba información. Hasta menciona que ha convencido a otros cajeros de una variedad de comercios. Asegura que no le va a pasar nada por apuntar o tomar fotos de los documentos. No quedan rastros de que robó esos datos.

Esta modalidad de robo no es desconocida por quienes usan las tarjetas. El ciudadano Jorge Romero le contó a Diario EXTRA que a él le robaron la información de su tarjeta de débito y con ella hicieron pagos virtuales de servicios telefónicos: “En mi caso, en unos segundos que me distraje el cajero de la gasolinera tomó la foto de mi tarjeta y con mis datos pagaron de manera virtual una cuenta de una empresa de telefonía”. Al final, recuperó el dinero, tras avisar a tiempo que no era él quien estaba haciendo esos pagos.

Pero no todos tienen la suerte que tuvo Romero. Luis Rodríguez tuvo que pagar 600 dólares de un consumo que no era de él. No tuvo la manera de demostrarlo y no avisó a tiempo al banco que no era él quien estaba haciendo esa transacción, resultando afectado. “Por esta mala experiencia, ya no tengo tarjetas de ningún tipo”, manifestó.

En un sondeo que este diario realizó sobre esta problemática en la avenida 9 de Octubre de Guayaquil, las personas destacaron que son los comercios los llamados a reforzar la vigilancia sobre las personas que cobran, “porque no se sabe el momento en que el cajero puede ceder a la tentación de recibir más de 800 dólares en un mes por robar los datos de unas 60 tarjetas, según se escucha en el audio que se ha viralizado”, comentó el ciudadano Vicente Plúas

CIFRA10.432 denuncias por apropiación fraudulenta 
por medios electrónicos se han puesto en el país de 2021 a 2023.

Las denuncias a nivel nacional en la Fiscalía General por apropiación fraudulenta por medios electrónicos, suman hasta agosto de este año 2.059. En relación al mismo período del 2022, el crecimiento fue del 3,3 %, pero hay que tomar en cuenta que no todas las personas denuncian los casos en la Fiscalía, hay quienes se limitan a hacer su reclamo al banco. Al hacerlo a tiempo, se bloquea el trámite y se salvan del robo.

Este Diario también solicitó información a la Superintendencia de Bancos sobre el robo de datos de tarjetas con el fin de hacer compras virtuales, pero hasta cuando se escribió este artículo no llegaron las respuestas. Como autoridad, son ellos los llamados a ejercer control en el mercado financiero. Aunque para los clientes, la responsabilidad recae en los comercios.

Sobre el desánimo para dejar de usar las tarjetas, las cifras cuentan otra realidad. “Entre enero y mayo de 2023 se registraron 329 millones de transacciones por tarjetas de crédito y débito. Esto es un incremento del 11,7 % respecto al mismo período de 2022”, según Marco Rodríguez, presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca).

Rodríguez agregó que ante una creciente demanda, los bancos privados del Ecuador realizan importantes inversiones en el desarrollo de tecnologías para blindar y fortalecer la seguridad en los productos y servicios que ofrecen a sus clientes. Además de que mantienen una constante campaña para evitar el robo de información.

"En una gasolinera me robaron los datos de mi tarjeta de débito y con ello hicieron pagos virtuales a una empresa de telefonía. Avisé al banco y me regresaron el dinero".Jorge Romero, ciudadano

Se advierte por correos y mensajes no entregar a terceros información de las tarjetas. Para pagar, uno mismo debe acercar el plástico al datáfono. Hay que destruir los recibos antes de botarlos. Usar métodos de doble verificación. No hacer clic en enlaces de correos o mensajes de desconocidos. Evitar usar redes públicas de wifi, etc.

Asobanca, por otra parte, resaltó que los establecimientos comerciales también deberían llevar a cabo un protocolo de seguridad.

PENA

Por apropiación fraudulenta por medios electrónicos la pena privativa de libertad es de 1 a 3 años. Y por la interceptación ilegal de datos, de 3 a 5 años.

Sobre esto, Juan Carlos Díaz-Granados, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Guayaquil (CCG), destacó que la protección de la información de las tarjetas es esencial para preservar la confianza de los clientes. “Los comercios que demuestran un firme compromiso con la seguridad no solo atraen, sino también retienen a una clientela leal”.

Díaz-Granados añadió que instalar cámaras de seguridad parece una medida razonable, pero puede ser muy costoso para los negocios más pequeños.

Plantea crear un entorno laboral en el que los colaboradores se sientan parte integral del negocio, donde se fomente un sentido de responsabilidad compartida. La idea es promover una cultura de integridad y compromiso, para fortalecer la seguridad de la información de las tarjetas y el bienestar general del comercio.

Las personas consultadas en las calles tienen claro el efecto dominó que hay en este tipo de robos. Si las ventas bajan, se afecta la creación de nuevas plazas de trabajo y decrece la economía del país. Por esto el robo de información de las tarjetas es algo que termina afectando a todos.