La imagen de un ciudadano haciéndose daño con un cuchillo dentro de un mercado de Guayaquil fue, quizá, lo más insólito que ocurrió este martes 20 de junio de 2023 en la urbe. Quienes lo conocen están igual de sorprendidos que aquellos que no lo habían visto nunca. Se hacen la misma pregunta: ¿por qué hizo algo así?

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Por ahora no hay una respuesta. Unos taxistas que laboran fuera del centro de abastos, en Mapasingue Oeste, dijeron que el hombre antes solía vender helados fuera del establecimiento. Últimamente seguía con su oficio en zonas más alejadas, pero de todos modos los pasaba saludando.

“Es venezolano, por ahí dicen que se le ha ido la esposa con el hijo”, indicó uno de los choferes, quien prefirió no identificarse.

El conductor comentó que conocía al sujeto hace aproximadamente cinco años. Siempre conversaban, pero jamás notó alguna actitud agresiva y fuera de lo normal en él.

Según el taxista, antes de atentar contra sí mismo, el comerciante ingresó al mercado con normalidad, sin dar a notar que algo andaba mal.

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“Nos saludó, dijo: ‘hola, ¿cómo están muchachos?’. Después vimos que se subió a una pileta dentro del mercado, se abrió la camiseta, sacó el cuchillo y se lo clavó”, recordó.

Lo que pasó luego es algo que quienes laboraban y compraban en el mercado no olvidarán. “¡Graben, graben, graben!, ¡es su vecino!”, fue una de las cosas que se le oyó gritar. En su improvisado discurso temerario amenazó con herirse más si se le acercaban.

A cada frase, el asombro de los presentes era más evidente. Estaban con los ojos bien abiertos, sorprendidos con lo que pasaba frente a ellos.

“¿Cuántas vidas mueren a diario en las cárceles?”, cuestionó. Y es que cuentan que el señor hizo una especie de reclamo por los problemas sociales del Ecuador. Pero irónicamente, también tiró billetes al piso.

El alboroto duró más de dos minutos. Después, con ayuda de policías, fue retirado en una ambulancia. “¡Les falta querer a sus hijos!”, exclamó, mientras se lo llevaban en una camilla.

El teniente coronel Christian Rengifo, jefe policial del distrito Florida, indicó que el hombre exigía la llegada de medios comunicación, pero había el temor de que su intención fuera hacerse más daño frente a las cámaras.

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“Agentes policiales comenzaron a negociar y hablar con él tratando de que deponga su actitud”, explicó. Pero finalmente, en un momento en que el ciudadano se distrajo, lograron bajarlo de la pileta.

Posteriormente lo llevaron al hospital de Monte Sinaí y se encuentra estable, dijo. Aún no lo identifican.

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