Fue una acción legal y pública. Pero en la actualidad, vista con perspectiva, llama la atención y es parte de las evidencias en el caso Sinohydro.

El expresidente Lenín Moreno y su esposa Rocío González donaron 130 mil dólares a sus hijas Irina y Carina. Esto ocurrió el martes 27 de noviembre de 2018, cuando todavía estaba al frente del país. Tres semanas después hicieron una segunda donación por otros $130.000.

Ese cuarto de millón de dólares significó un recorte del 58%, del patrimonio de la pareja, pues según su declaración juramentada de 2017, su patrimonio, antes de la donación, era de 442.257 dólares.

Pero la reducción del patrimonio no se vio reflejada en las declaraciones juramentadas de bienes.

La operación quedó documentada en las escrituras públicas P07931 y P0B455, celebradas ante Tamara Garcés, notaria sexta de Quito. Los documentos indican, además, que los pagos se realizarían mediante transferencias bancarias.

¿Fue una acción para esconder algo a la vista de todos? Irina Moreno dijo que no se pronunciaría sobre el tema. Su padre, el expresidente, aseguró que todos los actos fueron legales y a la vista de la Contraloría que no hizo ninguna observación.

El 23 de noviembre de 2018, Periodismo de Investigación, Plan V y La Fuente publicaron una investigación sobre la supuesta participación de Moreno en el contrato para construir la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, a cargo de Sinohydro.

Tres años después, a la fiscal Mayra Soria, quien inició la investigación del caso Sinohydro, le interesó conocer más sobre las donaciones.

Durante su declaración, Martha González, cuñada de Moreno, una de las 37 procesadas por este caso, sobre las donaciones de la pareja dijo: “No recuerdo el año, pero ellos realizaron unas donaciones a sus hijas, sin recordar el monto y que hicieron la declaración al Servicio de Rentas Internas”.

La cuñada no contó que fue la representante de sus sobrinas Irina y Carina en esa operación. Ellas no se encontraban en el país y le habían firmado un poder general para que las representara en estos trámites.

En 2017, Moreno y su esposa tenían en sus cuentas bancarias 97.655 dólares y un patrimonio que sumaba 442.275 dólares. Para 2019 incrementó a 113.114 dólares en cuentas bancarias y patrimonio de 553.614 dólares. Para cuando terminó su administración, en 2021, Moreno entregó otra declaración juramentada de bienes a la Contraloría. Tampoco mencionó las donaciones, pero sí reportó que en junio de 2019 y en enero de 2021 hizo dos préstamos personales a sus hijas Irina y Carina por un total de 245.700 dólares. En mayo de 2021 dijo que su patrimonio había aumentado de nuevo a 727.191 dólares.

Irina Moreno, que era consejera de la Misión Permanente del Ecuador ante la ONU, no reportó las donaciones a la Contraloría. En su declaración de fin de gestión, presentada en 2020, dijo que en 2019 su madre le prestó 57.000 dólares y su padre 90.000 dólares. Hoy cada monto es investigado.