El terremoto en Pedernales, la constante actividad volcánica, inundaciones, la pandemia de COVID-19, entre otros hechos, son solo muestras del ‘divorcio’ entre la naturaleza y la humanidad. La Madre Tierra nos está avisando del daño que causamos, y de esto también están atentos supuestos espectros.

Byron Carranco, investigador de temas paranormales y tecnologías ancestrales, explicó a EXTRA que la Tierra atraviesa una situación crítica y se estaría cumpliendo el Tercer Sello del libro del Apocalipsis de san Juan, que consiste en que el caballo negro, cabalgado por el jinete del hambre, nos juzgue con su balanza de la justicia.

“Sabían que íbamos a cometer estos errores con la naturaleza, por eso se anticiparon a avisarnos de los desastres naturales. Siempre hubo cacería, pero se respetaba a las hembras. Ahora vemos barcos pesqueros piratas que arrasan con todo. Incluso hemos debilitado el manto acuífero por sacar tanto petróleo”, indicó.

Humberto Roggiero, pastor evangélico de la Iglesia Galilea de Guayaquil, recalcó que los acontecimientos serían por el alejamiento de las personas con Dios y porque estamos destruyendo nuestra ‘casa’ . “Cuando el hombre permite las guerras, talar los bosques, hacer experimentos químicos, entre otros, se está alterando el rumbo de la naturaleza. Esto se trataría de un juicio de Dios y se puede revisar en el evangelio de Mateo, Marcos, Lucas y Apocalipsis. No cuidamos lo que puso en nuestras manos”.

Carranco dijo que el planeta avisó que está sufriendo daños. Una muestra es la deforestación, contaminación atmosférica e infestaciones. “Tres días antes del terremoto (16 de abril de 2016), en varios sectores hubo detonaciones de rayos (destellos de luz), señales de lo que iba a pasar. Esas señales las vimos desde Ibarra”, afirmó.

‘Repelente’ de espectros

Para Carranco, otra de las consecuencias es que perdemos la chance de llenarnos de las energías positivas que emite la vegetación, sobre todo las flores. Estas alejan a las supuestas entidades (ovnis, espectros, fantasmas, entre otras) que estarían atentas a nuestra vulnerabilidad.

“Las flores armonizan el ambiente y alejan a las entidades. Nos alejamos tanto de la naturaleza que solo estamos cargados de energías negativas, el plato favorito de los espectros. Los entes van a ser vistos más seguido, como ya viene pasando”.

Para remediar el daño, Carranco destacó que hay que vivir en armonía con la naturaleza y adaptarnos al entorno. Aunque para Roggiero, no hay cómo salvarnos. “Esto va a suceder, así lo dicen las escrituras, pero lo que debemos hacer es acercarnos a Dios. Cuando el pueblo se arrepienta, seremos sanados”.