En barrios como Alcantarillas, en la parroquia de San Antonio de Pichincha, norte de Quito, los baldes y contenedores de agua ya son parte del paisaje. Aunque la Empresa de Agua Potable y Alcantarillado (Epmaps) anunció cortes por la sequía en la ciudad. Los vecinos aseguran que esto se vive desde hace dos años.

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María Elena Chipantaxi comentó que, como máximo, el servicio de agua dura una o dos horas al día. “Además, llega muy poca cantidad; ni siquiera se llena un balde”, reclama.

Pero este no es un problema solo de un barrio. Alicia Paredes, habitante del barrio Algarrobos, explicó a EXTRA que en los últimos días la problemática ha sido más intensa. “Supongo que debe ser la época seca, pero no entiendo por qué no han podido solucionar esto en tanto tiempo”, agregó.

Ella ha invertido más de 700 dólares en reservorios de agua para su casa. “Tenemos que comprar de tanquero o esperar que se llene con lo poquito que viene”, asevera.

En Tiwintza, un barrio popular del norte de Quito, llevan por lo menos 10 días sin el servicio. “Los tanqueros vienen poco y cuando lo hacen, solo pasan por la calle principal”, dijo Mirta Rodríguez, moradora.

Allí también soportan estos problemas desde hace algunos años, sin embargo, la época seca los ha agravado. “De una vez no ha llegado ni gota en todos estos días”, comentó Marco Rodríguez, otro vecino.

Para sobrellevar la situación, han tenido que ir a bañarse a casas de familiares en otros barrios y llevar canecas de agua en sus vehículos para cocinar o lavar los platos. “Uno llama a la Epmaps y nos dicen que es por los niveles bajos. Estamos dispuestos a poner una cuota para tener una solución. Quizá un tanque de agua”, afirmó Rodríguez.

Las lavadoras no funcionan y las facturas por el consumo de agua siguen llegando, se quejan los moradores. Según la Epmaps, se ha establecido un cronograma de cortes de agua “debido al verano extremadamente seco, las altas temperaturas y el crecimiento poblacional”.

La entidad agregó que esta medida “es necesaria y permite la distribución equitativa del recurso disponible”. Sin embargo, el problema de estos barrios viene desde hace años y piden una solución definitiva.

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