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Crisis más grave que el feriado bancario y la COVID-19 afecta a la Bahía de Guayaquil
Policías y comerciantes intentar enfrentar la inseguridad. Las bajas ventas son el reto a superar, al igual que las deudas y los desempleos
Tres coincidencias unen a Ermo Chamba, Lucía Peña y Eliecer Sala: son comerciantes en la Bahía de Guayaquil desde hace más de 20 años, han experimentado una disminución en sus ventas y desean alejar la delincuencia de esta área comercial.
La reputación de la zona se afectó negativamente a inicios de este año. Marcelo Guamán, otro comerciante con más de dos décadas en el sector, fue secuestrado, asesinado y su cuerpo abandonado, presuntamente por extorsionadores. Su trágico final preocupó a propietarios de locales y clientes.
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“La situación actual es muy crítica. Hay inseguridad, bastantes delincuentes y con distintas modalidades”, afirma Chamba, de la Asociación Febres Cordero, uno de los gremios de propietarios de la Bahía.
“El lunes 24 de junio hubo un secuestro a un compañero”, añade. Ese caso se suma a una alerta reciente, del 5 de julio, cuando sujetos armados ingresaron a un almacén en las calles Chimborazo y Ayacucho para robar. Sin embargo, los colaboradores y el dueño intentaron evitar la acción delictiva, resultando herido el propietario.
Desde el año pasado y en lo que va del 2024, especialmente después del crimen de Guamán, en redes sociales se difundieron videos de robos en esta área urbana. Esto perjudicó las ventas.
“Han venido bajando desde la pandemia (2020), pero ese factor fue temporal. En cambio, la delincuencia se viene profundizando. Las ventas hace un mes son solo de un 20 % o 30 % de lo que teníamos antes”, explica Chamba.
Para él, la inseguridad es la peor crisis en los más de 20 años que ha trabajado en la Bahía. Incluso compara la situación actual con el feriado bancario de 1999, afirmando que esta es aún más desafiante debido al riesgo de convertirse en víctima mortal de criminales.
Efectos de no cerrar
Lucía Peña, coordinadora y vocera del Frente Único de Organizaciones de la Bahía, dice que a pesar del impacto económico, no tiene reportes de negocios cerrados. Pero para resistir el impacto económico han tenido que tomar otras acciones.
“Muchos compañeros tienen menos empleados o se quedaron sin ellos. Unos trabajaban con dos y hasta tres, pero ahora les toca laborar solos”, cuenta.
Chamba acota que ha tenido que endeudarse para cubrir sus gastos, pero aún así tuvo retrasos en pagos. Una medida desesperada que repiten otros emprendedores.
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¿Cómo responden la Policía y autoridades?
Peña menciona que desde junio se implementa un plan con apoyo de la Policía Nacional, que consiste en rondas y visitas de los agentes en zonas de la Bahía. El objetivo es prevenir delitos y detectar situaciones sospechosas. Los uniformados firman bitácoras a los comerciantes como registro del cumplimiento.
El miércoles 26 de ese mes, el coronel Luis Mantilla, jefe de Operaciones de la zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), junto con el gobernador del Guayas, Vicente Auad, visitaron el pasaje comercial Villamil para supervisar el plan. En esta área, que empieza desde las calles Colón y Pichincha y termina en la avenida Olmedo, se instalaron tres carpas para policías en bicicletas y motocicletas.
“Estamos trabajando en dos grupos, que están compuestos por dos vehículos, tenemos policiclos (agentes en bicicletas), y en total son 20 policías que se reparten estos perímetros”, expresó Mantilla.
Aunque no proporcionó cifras exactas durante la visita, mencionó que los delitos en la Bahía se están reduciendo.
El gobernador mencionó que previamente se reunieron con los comerciantes para explicarles las acciones planificadas. “El Grupo de Prevención del Delito está activo en zonas comerciales, turísticas y bancarias”, precisó.
Peña enfatiza que también debería haber policías permanentemente en puntos estratégicos de la Bahía, no solo realizando rondas. Considera que eso permitiría respuestas rápidas a las alertas delictivas. “A veces, cuando llamamos, tardan entre 30 y 45 minutos”, comenta.
Niega que exista venta de productos robados en locales, pero aclara que hay sujetos que sí comercializan mercancía de dudosa procedencia cerca de los negocios, aprovechando la presencia de compradores.
“Afecta porque la gente piensa que somos nosotros”, precisa. Por eso recalca la importancia de la presencia policial fija en zonas claves para alejar a pillos.
Acciones de los comerciantes
Los comerciantes también aplican iniciativas propias contra la delincuencia. Han instalado alarmas comunitarias y cámaras de seguridad para alertar riesgos. Por ejemplo, tal como constató un equipo de EXTRA, cuando detectan a personas sospechosas, activan la sirena para que los dueños de locales y clientes estén alertas.
“Estamos con ese plan piloto. Esperemos que dentro de un mes todas las asociaciones ya estén con las alarmas comunitarias y las cámaras”, indica.
Además, en marzo pasado, con ayuda económica de los comerciantes, se renovó una unidad de policía comunitaria, ubicada en los alrededores del centro comercial Bahía Mall, en las calles Eloy Alfaro y Colón. “El objetivo es recuperar la confianza y la seguridad para que la gente venga a seguir comprando aquí”, expresa Peña.
Los comerciantes esperan que más clientes acudan, ya que están complicados con las deudas y resistir es cada vez más difícil.
Estas son las zonas prioritarias
De acuerdo con los testimonios de los comerciantes, las zonas en las que se han presentado más delitos son al menos dos: Eloy Alfaro, desde Ayacucho hasta Capitán Nájera; y Chimborazo, desde Manabí hasta Calixto Romero. Por eso piden a la Policía Nacional que su personal esté pendiente de esas franjas durante el trabajo preventivo que ahora se aplica.
Eliecer Sala, otro de los dueños de locales consultados, indica que ha tenido que reducir el horario de atención en su negocio. Antes laboraba de 08:00 a 20:00, pero ahora solo lo hace de 09:00 a 17:30. “Ya no se puede atender hasta más tarde, porque la delincuencia está al acecho y puede ser peligroso que nos extendamos”.
Esa misma decisión, de reducir su horario de trabajo, también ha sido adoptada por otros emprendedores de la Bahía.
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