El cambio climático ha desencadenado crisis sin precedentes: sequías prolongadas, incendios forestales y deshielo polar. Ahora, Elon Musk, reconocido por ser el propietario X, y fundador de Tesla y SpaceX, ofrece una advertencia perturbadora: una inminente "sequía de electricidad" que podría transformar drásticamente nuestra forma de vida.

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En el evento Bosch Connected World, que reúne a empresarios, desarrolladores y expertos en la innovación tecnológica desde el 7 al 10 de enero de 2025, Musk destacó que a partir de 2025, la generación de energía no podrá satisfacer la cada vez mayor demanda tecnológica, especialmente en el ámbito de la Inteligencia Artificial (IA).

En su pronóstico, alertó sobre una escasez eléctrica que pondrá a prueba la infraestructura energética global.

La electricidad es vital para la vida moderna, afectando no sólo las comodidades domésticas sino también los procesos industriales, comerciales y tecnológicos. El mundo sin electricidad sería inimaginablemente caótico.

La complejidad creciente de los microchips y el consumo desmesurado de recursos por la inteligencia artificial están llevando a la infraestructura eléctrica al límite. Musk señala que la demanda de IA se duplica cada seis meses, un ritmo que desafía la capacidad actual de la red eléctrica global.

El caso de la crisis energética en Ecuador

Esta advertencia llega en un momento en que Ecuador ha experimentado una crisis energética significativa a finales de 2024. La nación, que depende en gran medida de la hidroelectricidad, ha sufrido cortes de energía debido a una severa sequía que redujo los niveles de agua en sus embalses.

Esta situación en Ecuador subraya la vulnerabilidad de los sistemas energéticos ante cambios climáticos, como lo explicó Musk, y cómo incluso países con recursos energéticos naturales pueden verse afectados por la falta de electricidad.

Además, Musk señala que las limitaciones futuras incluirán componentes críticos como transformadores de potencia y reductores de tensión, cuya producción no alcanzará para apoyar el crecimiento previsto de las tecnologías emergentes. 

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