Dylan Armando Triviño Reyes no tenía antecedentes penales ni había recibido amenazas. Sin embargo, la noche del martes 6 de agosto, fue asesinado a tiros en su lugar de trabajo, una pizzería ubicada en el norte de Guayaquil. Lo que más llama la atención es el despliegue de delincuentes y vehículos utilizados para acabar con su vida.

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Las cámaras de seguridad registraron que al establecimiento, situado en la avenida Isidro Ayora, llegaron dos carros y una motocicleta. Un sujeto, que llevaba un casco, entró al local y se sentó. Dos minutos después, se levantó y atacó a Dylan, de 24 años, disparándole a quemarropa.

El cadáver del joven, quien tenía casi dos años trabajando como repartidor de pizzas, quedó en el negocio, mientras que el agresor huyó en el vehículo en el que llegó.

Tras el crimen, la policía realizó un operativo y localizó uno de los vehículos implicados.

El auto era conducido por Leopoldo Florentino Castañeda Soriano, de 28 años, quien tiene un extenso historial delictivo, con cuatro procesos por tráfico de drogas y dos por receptación.

El coronel Pablo Dávila, comandante de la Zona 8, explicó que tras el crimen, los delincuentes se dieron a la fuga. Sin embargo, gracias al análisis de las cámaras de seguridad del lugar, se logró identificar a algunos individuos, y durante una persecución se encontró el vehículo Chevrolet Sail gris y se detuvo a un sospechoso.

“El detenido manifestó ser miembro de la banda de Ben 10 (Chone Killers). En las grabaciones se ve al carro retenido y al individuo. La línea investigativa determinará el grado de participación del detenido”, sostuvo Dávila.

Otra fuente policial mencionó que los familiares de la víctima, quienes se enteraron del hecho por una llamada telefónica, aseguraron que Dylan no tenía problemas con nadie y que no consumía drogas.

“Podría tratarse de un caso de confusión. Este caso es extraño; el joven no tiene antecedentes ni procesos judiciales. Hace unos meses le robaron su motocicleta, que era su herramienta de trabajo. En el momento del asesinato, estaba esperando una pizza para entregar. Mantenía una relación sentimental con una joven que también trabaja en la pizzería. Aparentemente, era un chico tranquilo”, indicó un investigador de la policía. 

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