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Esta escena es común en varios tramos de la calle Esmeraldas, los cuales lucen deteriorados. Con las lluvias se forman pozas.Amelia Andrade / EXTRA

¡'Cráteres tragones' en las calles de Guayaquil!

La cantidad de baches que hay en la ciudad afecta a conductores y a usuarios de los buses. Ellos temen caer en algún hueco

Circular por algunos tramos de la calle Esmeraldas, en Guayaquil, es toda una odisea. Implica ir saltando de bache en bache y escuchar los golpes que los vehículos se dan contra el pavimento.

La molestia afecta a los conductores, pero también a los usuarios de los buses de transporte público que no tienen cómo bajarse en las paradas... si lo hacen, caen en los hoyos.

Zuzetti Beltrán trabaja en un negocio ubicado en esta arteria. Cuenta que sube y baja de los colectivos en el carril central o tres cuadras más adelante de donde le toca por ese problema.

En la calle Esmeraldas, entre Aguirre y Vélez, hay huecos en cada orilla. “En ellos me he doblado los tobillos, me he caído y hasta mi madre casi se rompe la cadera”, explica.

Para el usuario Darío Ponce, tener la “mala suerte” de que el bus se estacione en los puntos donde están los charcos incrementa el riesgo de caer en un “pozo sin fondo”.

El enorme hoyo que existe, por ejemplo, entre las calles Luque y Vélez, lo tiene harto. “Si no pido bajarme en el paradero es porque de caer en tremenda depresión que hay sobre el concreto, fácil puedo entrar en una dimensión desconocida”.

La intersección Pío Montúfar y 10 de Agosto también muestra deterioro, aunque en menor magnitud que el resto de calles afectadas del centro.

CANSADOS

Los baches de Guayaquil son de otro mundo, coinciden los ciudadanos consultados.

En Rumichaca, a media cuadra de la intersección con la avenida 9 de Octubre, hasta hace menos de una semana un tramo de unos 20 metros lucía como aquellas típicas imágenes de la superficie del planeta Marte... lleno de cráteres.

Para tomar un bus en este punto céntrico de la ciudad había que esquivar dos grandes baches para subir a las unidades de transporte. “Hace unos días casi me caigo al bajar de un carro”, cuenta Víctor Velasco, un ciudadano que coge buses en la zona.

Sin embargo, el miércoles pasado el área fue intervenida para reparaciones.

Así lucía la calle Rumichaca antes de la intervención del miércoles anterior.Amelia Andrade / EXTRA

Antes del inicio de los arreglos, pocos tenían la suerte de no bajar en pleno bache si el chofer apegaba el pesado automotor a la vereda. Pero la mayoría de conductores paraba lejos del área peatonal, ocasionando que las personas, entre ellos el usuario Agustín Darquea, tuvieran que saltar o caminar de puntas para no tropezar.

“Bajarme allí implicaba bajarme en la Luna”, se queja.

En 6 de Marzo, entre Franco Dávila y Ayacucho, la situación es similar. Allí también hay un tramo con averías viales.

En la avenida 25 de Julio, por el estado en el que se encuentra, ni los buses ni los autos pueden circular. Para el peatón es complicado cruzar.ÁLEX LIMA / EXTRA

El ingeniero Andrés Burbano, director de Obras Públicas del Cabildo, indica que se efectuaron inspecciones tanto en Rumichaca como en 6 de Marzo, y que los daños corresponden al desempeño y resistencia de la capa de asfalto del pavimento, que provocan la aparición gradual de grietas.

En ambos puntos se realizará intervenciones de inmediato y mediano plazo.

El funcionario cita que se ha detectado iguales anomalías en otras calles como Luis Urdaneta, Baquerizo Moreno, Los Ríos, entre otras. “Estos casos están siendo atendidos de forma progresiva, en base a la planificación”, acota Burbano.

Este Diario hizo un recorrido por el Puerto Principal y confirmó que otras vías deterioradas son la Benjamín Carrión Mora (en la Alborada), la Velasco Ibarra (cerca de Bellavista) y la 25 de Julio (en el sur de la urbe porteña).