A tientas, moviendo sus pesas y accesorios de ejercicios a los exteriores para evitar un accidente, tienen que entrenar durante los apagones los clientes del gimnasio Ikaika Fit, ubicado en la avenida principal de la ciudadela Mucho Lote 2, al noroeste de la ciudad de Guayaquil.

(Lea también: Perro antidrogas descubrió cargamento de ‘narcoflores’ en el aeropuerto de Quito)

Adreína Reyes, la entrenadora de este establecimiento, expresó su malestar debido especialmente a que suelen incumplirse los horarios establecidos para los cortes y eso perjudica el desarrollo de las clases, sobre todo durante las primeras horas de la mañana y en la noche, cuando no hay luz natural.“

Los apagones están afectando a todas las actividades deportivas, no se pueden hacer a oscuras. Nos estamos ayudando con linternas recargables, pero el malestar persiste porque no se cuenta con ventilación y las bebidas se calientan. En el último mes he perdido la mitad de los clientes”, detalló.

En este sector de la ciudad, la electricidad se corta tres veces al día: de 05:00 a 07:00 en las mañanas; de 12:00 a 16:00 por las tardes y de 20:00 a 00:00 por las noches. Son diez horas de racionamiento en total.

César, usuario del gimnasio, contó que para no dejar de entrenar ha tenido que modificar sus horarios. “Solía venir en la mañana (06:00), pero es incómodo hacer todo a oscuras, por eso me toca venir a la salida del trabajo (18:00) para alcanzar una sesión con iluminación”, contó.

Pero no solo los gimnasios se ven afectados por los apagones. Los parques del sector, que cuentan con juegos infantiles y máquinas de ejercicios, también quedan en desuso durante estas horas y peor aún, son invadidas por personas que aprovechan la oscuridad para realizar otras ‘actividades’.

(También le puede interesar: Cierre de clínicas en el Guasmo: los maltratos y malas condiciones que sufrían internos)

Cinthia Herrera y su hermana Mariuxi, vecinas de la zona, solían utilizar el parque lineal de la ciudadela para caminar y ejercitarse; sin embargo, desde que empezaron los apagones dejaron de ir por el peligro que implica estar en el lugar cuando no hay luz.“

"Es oscurísimo, uno no puede ver ni dónde está pisando; además, te pones en riesgo por los ladrones en motocicleta y a pie que merodean el sector. Tampoco se puede salir con los niños, por la seguridad y porque los juegos infantiles los utilizan las parejas para indecencias o los marihuaneros para drogarse”, denunciaron.

Durante el recorrido de EXTRA por la zona se pudo observar a grupos de personas, con fundas plásticas llenas de botellas, instalados en los asientos, columpios y redondeles; también habían parejas ‘acaloradas’ que buscaban los rincones más oscuros para dar rienda suelta a su pasión.

En las dos horas que el equipo de este Diario se mantuvo esta zona, no se observó patrullaje policial a pie ni motorizado.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!