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Corredor Central Norte: ¡Paradas ‘turras’!
En Quito, los usuarios deben esperar los buses en espacios sucios, con ventanales rotos o cubiertos solo con lonas. Ya habrían cumplido su vida útil
Las 32 paradas del Corredor Central Norte, que cubre la ruta centro-norte de la capital, están deterioradas. No han recibido mantenimiento. Y hay algunas cuyos techos son lonas. Otras quedaron abandonadas.
Es el caso de los andenes Seminario Mayor, ubicados en las avenidas América y Colón. Estos fueron colocados provisionalmente hasta culminar la construcción de la parada multimodal, que conectaría este corredor con el Metro de Quito. Está terminada, pero aún no funciona.
“No podemos usarla. Seguimos casi a la intemperie”, dijo Juan Gavilanes, usuario.
Ney Jiménez, gerente del Corredor Central Norte, comentó a EXTRA que hizo observaciones a la construcción de esa infraestructura (la multimodal). “No contemplaron el ascenso y descenso de las personas, que es por la derecha”, agregó.
Las paradas provisionales debían funcionar solo tres meses, pero ya han pasado aproximadamente tres años, según Jiménez, quien responsabilizó de este “funcionamiento con total indignidad” al Municipio de Quito. “Los andenes debieron ser renovados hace dos años. Ya cumplieron su vida útil”, dijo.
Juan debe utilizar este sistema de transporte todos los días y cuando llueve solo trata de no acercarse a la lona que cubre a los usuarios. “Ya está rota, nos morimos de frío aquí”, espetó.
También hay basura, sobre todo los boletos que se entregan en la entrada quedan desperdigados por el piso. “También es responsabilidad de la gente”, comentó Alejandra Rodríguez, otra usuaria.
Abandono
En el recorrido realizado por este Diario se pudo constatar que tampoco existe información de las paradas que están inhabilitadas. La de La Mañosca y Cotocollao, por ejemplo. Los usuarios reclamaron al conductor de la unidad porque debieron quedarse varias calles más lejos de su destino.
En Cotocollao es necesaria la vigilancia constante, pues incluso se ha convertido en ‘dormitorio’ de indigentes. William Cervantes, policía de la zona, explicó que varias veces al día deben desalojar a estas personas.
“Hace poco hasta ocasionaron un incendio por quemar basura”, relató.
A esto se suman los olores nauseabundos porque las personas hacen sus necesidades biológicas.
La concesión
Guillermo Abad, secretario de Movilidad, respondió que el mantenimiento es responsabilidad de la operadora, pues en enero de 2019 se firmó un contrato de concesión de 10 años, que incluye el mantenimiento de buses y paradas.
“Vimos que ese contrato tiene falencias y por eso se solicitó un examen a la Contraloría General del Estado”, agregó.
Sin embargo, esta ruta también ha sido contemplada para la nueva asignación de frecuencias que se lleva a cabo desde el Municipio de Quito. Para que haya solución a esto primero habrá que definir quién opera en esas rutas, según Abad.