En el país, aproximadamente siete millones de personas tienen sobrepeso. Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), cuatro de 10 ecuatorianos adultos son obesos.

Esto, en el contexto de la pandemia por el COVID-19, es un dato preocupante. Víctor Álvarez, presidente del Colegio de Médicos de Pichincha, dijo a EXTRA que esta enfermedad debería ser consideraba un problema de salud pública. “Ya lo denunciamos en años anteriores, las cifras siguen subiendo”, dijo.

La obesidad, además, aumenta riesgos de sufrir enfermedades como diabetes, hipertensión y otras afecciones al corazón. Según la FAO, en el país se registran alrededor de 1,1 millones de personas que sufren inseguridad alimentaria grave, lo que deriva en un sistema inmunológico que no tiene la misma capacidad de respuesta ante una infección por coronavirus, según Álvarez.

Días atrás, la doctora Gabriela Villamar, del Centro de Atención Temporal a pacientes con coronavirus, dijo a EXTRA que cada día ingresan más contagiados y que “los más comunes tienen obesidad e hipertensión”.

Álvarez explicó que “el cúmulo de grasa hace que haya una disminución en la capacidad de defensa y de llevar una cantidad adecuada de oxígeno”.

El epidemiológico Daniel Simancas enfatiza que este virus afecta también al sistema cardiovascular y que los pacientes con sobrepeso u obesidad precisamente tienen comprometidos los vasos sanguíneos por el exceso de grasa.

“El virus no solo ataca a las vías respiratorias. La infección tiene impacto en los tejidos del sistema cardiovascular”, indicó el experto.

El paciente obeso es considerado como una persona con malnutrición, lo que produce inmunodepresión y el virus replicará fácilmente. Álvarez agrega que la hipertensión no siempre la sufren las personas con sobrepeso, pero sí son las más propensas.

“El efecto es el endurecimiento de las arterias que a su vez hacen que aumente la presión arterial... Es paciente que tiene comprometida su circulación”, dijo. Todo esto desembocaría en una falla total, sus órganos dejarán de funcionar hasta colapsar.

La atención

Los médicos afirman que aunque no existen cifras específicas que refieran a las características de los pacientes graves, ni de los fallecidos, la realidad es innegable. “Las personas con hipertensión y sobrepeso están en la lista de individuos que tienen mayor riesgo de presentar complicaciones y muerte”, dijo Simancas.

Esta es la tendencia mundial alrededor de la pandemia originada en China. “Los informes proyectan que entre el 70 y 80 % de los pacientes que mueren tienen obesidad”, dijo.

Además, en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) el manejo de los pacientes con esta contextura puede ser más complicado. Por ejemplo, para los médicos resulta más difícil realizar la intubación, según Simancas.

“La capacidad de ventilación (respiración) es menor y el virus da neumonía”, explicó.

La contextura impide a los pulmones expandirse adecuadamente, por lo que la neumonía puede ser mortal.