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Coronavirus: Buena ‘papa’ y párate de la cama
Cuando un paciente supera el COVID-19 debe recuperar las energías de su cuerpo con una alimentación balanceada y seguimiento nutricional.
Salir de la temible infección provocada por el COVID-19, más allá de ser un logro, es un alivio, sobre todo si el paciente necesitó de cuidados intensivos, pero la recuperación puede ser lenta.
Si bien los efectos de esta enfermedad son muy variados, los casos leves a severos pueden dejar a las personas en cama durante días o semanas. Esto puede tener un impacto fuerte en la masa muscular
Según la nutricionista Valeria Barona, a pesar de que estos pacientes han recibido alimentación parenteral (por sonda), el cuerpo necesita recuperar su energía. Y, tanto las personas que padecieron síntomas graves como los leves o moderados tienen como consecuencia del paso del virus la disminución de masa corporal.
“Cuando son inducidos al coma, los pacientes son alimentados por un nutriólogo y así suplir las necesidades nutricionales. Generalmente no debe haber problemas de anemia después”, explica.
La Academia Española de Nutrición detalla en un documento público que los síntomas que acompañan a esta enfermedad son: falta de apetito, ingesta inadecuada de alimentos y un aumento de la deshidratación no sensible causada por fiebre, que puede conducir a hipotensión (presión arterial baja). Por lo que es indispensable monitorear el adecuado consumo de alimentos y agua.
Barona acota que los cuidados nutricionales deben ser incluso preventivos. “La buena alimentación debe ser antes, durante y después para que el organismo resista la infección”.
Un paciente puede generar anticuerpos neutralizantes, aunque no todos los organismos los desarrollan. Según Barona, esto no depende necesariamente de un tratamiento nutricional, sino de cada organismo, además la correcta alimentación determina la resistencia ante la infección.
Para Barona lo más importante es continuar con una dieta balanceada entre los micro y macro nutrientes. María Isabel Vera, directora Médica en Abbott, dice además que es necesario incorporar una amplia nutrición para recuperar la fuerza. Los nutrientes que apoyan el sistema inmune incluyen proteínas, zinc y vitaminas A, C, D y E. Las proteínas también son clave para reconstruir el músculo que respalda su fuerza, energía y salud.
SUPERVISIÓN MÉDICA
La regulación de las porciones de alimentos tanto en el transcurso de la enfermedad como en la convalecencia debe estar regulada por un profesional, incluso para determinar si el paciente necesitaría de suplementos vitamínicos.