Dentro del hogar de la familia Arroyo Bustos, el tiempo parece haberse detenido. Las pertenencias de sus hijos mayores, sus uniformes y zapatos permanecen exactamente en el lugar donde los dejaron aquel 8 de diciembre, cuando partieron con entusiasmo a disfrutar de una tarde de deportes junto a sus amigos y vecinos.

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El vacío que ha dejado su ausencia es indescriptible. Hoy se cumplen 16 días desde su desaparición, y el mayor deseo de sus seres queridos sigue siendo poder abrazarlos de nuevo y consentirlos con sus platillos favoritos.

Sobre el paradero de Ismael y Josué, así como de sus amigos Nehemías y Steven, no hay ninguna pista hasta ahora. La incertidumbre ha sumido a sus familias en un estado de desesperación y angustia, mientras claman por respuestas que esclarezcan lo ocurrido y permitan su pronto regreso.

“Mi mayor anhelo es poder abrazar a mis hijos, consentirlos como siempre lo hacía, verlos ponerse sus uniformes, coger sus mochilas y partir hacia sus colegios. Cuando regresaban, yo siempre tenía la comida lista para ellos. Ellos y su hermanita son mi mayor tesoro. Mi corazón de madre me dice que están vivos y que pronto regresarán a casa. Solo pedimos al Gobierno y a las autoridades que se compadezcan de nosotros”, expresó Katty Bustos, madre de Ismael y Josué, los dos hermanos desaparecidos.

La noche del domingo 8 de diciembre, los niños caminaban cerca de un centro comercial del sur de Guayaquil cuando fueron interceptados por dos camionetas. De los vehículos descendieron varios hombres armados y vestidos con uniformes similares a los militares, quienes obligaron a los menores a subir y se los llevaron.

Horas después, un hombre se comunicó con los familiares y aseguró que los niños estaban con él. Sin embargo, policías llegaron al lugar indicado y no los encontraron. Desde ese momento comenzó la angustia para estas tres familias, originarias de Esmeraldas pero radicadas en Guayaquil, que buscan desesperadamente conocer el paradero de sus hijos.

EXTRA fue el primer medio en informar sobre la desaparición de los cuatro menores y también en revelar detalles sobre la investigación de la Fiscalía en contra de dos militares que podrían estar involucrados en el caso.

“Mis hijos van a aparecer vivos. He puesto sus vidas en manos de Dios. No hay día en que no piense en ellos. Por favor, no nos dejen solos en esta lucha por encontrarlos. Mis hijos y sus amigos son niños sanos, deportistas, no son criminales. Nos unimos al plantón porque es la forma que tenemos de pedir justicia y ayuda”, expresó Luis Arroyo, padre de los dos hermanos desaparecidos. Mientras hablaba, junto a su esposa sostenía los uniformes de los mayores de sus tres hijos en común.

Los familiares de Nehemías y Steven también participaron en la protesta que se desarrolló la mañana de ayer frente a la Fiscalía del Guayas, ubicada en las calles Víctor Manuel Rendón y Córdova, centro de la ciudad.

Sosteniendo una pancarta, la hermana de Nehemías recordó que su hermano cumplió 15 años el pasado 13 de diciembre, fecha en la que ya estaba desaparecido. “Somos cuatro hermanos, pero él es el único varón. Quiero a mi hermano de vuelta en casa. Lo extraño. Por favor, devuélvanlos”, manifestó la joven con lágrimas en los ojos.

Por su parte, una tía de Steven, de 11 años, el más pequeño de los desaparecidos, dijo que los padres del niño viven sumidos en un dolor inconsolable y que cada día representa un verdadero calvario para ellos. “Mi sobrino es el consentido de la casa. Este mes cumplió 11 años. ¿Cómo puede existir tanta maldad? Piedad para ellos, por favor”, suplicó con voz quebrada mientras permanecía en los exteriores de la Fiscalía, donde los padres de los cuatro menores fueron recibidos por las autoridades.

Allanamientos

Durante la madrugada de ayer se llevó a cabo un allanamiento en la Base Aérea de Taura, liderado por agentes de la Policía y la Fiscalía. Durante el operativo se decomisaron 16 celulares, dos camionetas y varios documentos.

Plantón en Quito

Unas 40 personas, con carteles y fotos de los cuatro menores, exigieron respuestas al Gobierno Nacional. Sin embargo, cuando intentaron ingresar a la Plaza Grande se encontraron con el perímetro vallado y un contingente policial.

Los manifestantes reclamaron por la tardía respuesta del Bloque de Seguridad, casi dos semanas después de lo ocurrido; así como las declaraciones del presidente de la República, Daniel Noboa, de que los niños serían declarados héroes nacionales.

“Con eso nos hace pensar lo peor, que los niños no están vivos. Es un acto atroz que no puede quedar en la impunidad”, dijo Sybel Martínez, activista por los derechos de los niños.

Contradicciones entre Daniel Noboa y Gian Carlo Loffredo

Luego de casi dos semanas de silencio, las autoridades gubernamentales se han pronunciado en diversas plataformas, la mayoría de veces con contradicciones que han indignado aún más a la sociedad civil.

Por un lado, el presidente de la República, Daniel Noboa, planteó la posibilidad de declarar a los cuatro menores de edad como héroes nacionales.

También dispuso que “debe darse toda la colaboración necesaria a la justicia y respetar el carácter técnico de la investigación de Fiscalía”. “Cero impunidad, sea quien sea. Esa época fue otra. Y mientras yo sea presidente, no volverá”, publicó en su cuenta de X.

Por otro lado, en una entrevista radial, Gian Carlo Loffredo, ministro de Defensa, afirmó que existe un informe en el que se evidencia que supuestamente los niños fueron detenidos en medio de un robo. “Esta es lamentablemente la manera en que aprehenden a estos cuatro chicos”, indicó.

En sus declaraciones, dijo que imagina que los uniformados los dejaron libres enseguida.

Otra de las contradicciones ocurrió en el pronunciamiento del Bloque de Seguridad el pasado 21 de diciembre. Jaime Vela, jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, afirmó que “se descarta cualquier participación de la fuerza pública en hechos posteriores a la referida intervención y que sería causa de la desaparición”.

Agregó que no se prestarán para encubrir irregularidades en la institución y que se conformará el Tribunal de Disciplina Militar.

Estas autoridades fueron convocadas al pleno de la Asamblea Nacional para rendir cuentas sobre el caso este lunes 23 de diciembre, pero se excusaron mediante una carta.

La única autoridad que asistió fue el defensor del Pueblo, César Córdova

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