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En cinco horas y gracias a un GPS, así cayeron ladrones de camioneta al sur Quito
Fueron detenidos mientras dormían en su departamento. Habrían asaltado a mano armada al conductor de una camioneta.
Cuatro presuntos delincuentes intentaron huir por los techos de las casas cuando escucharon a los policías tumbar las puertas.
Eran las 06:00 del martes 13 de junio. Los sospechosos dormían en su departamento ubicado en Turubamba, sur de Quito. No sabían que los agentes los habían perseguido por más de cinco horas.
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¿La razón? La noche del 12 de junio los sujetos habrían robado a mano armada una camioneta en el sector de Alangasí, al oriente de la ciudad.
El coronel Diego Barriga, comandante del Distrito Eloy Alfaro, explicó que los individuos iban en un Aveo blanco sin placa e interceptaron a sus víctimas en la carretera.
Luego de amenazar al conductor y a su esposa con las armas de fuego, los supuestos ladrones se ‘bajaron’ las herramientas que estaban en el balde de la camioneta.
Además, dos de ellos raptaron a la mujer y la metieron a su vehículo mientras los otros dos sometieron al conductor. Luego los arrojaron en un terreno abandonado y huyeron con la camioneta.
Las víctimas llegaron a un retén policial para denunciar el hecho. Llamaron a los dueños del vehículo y lo rastrearon. La ubicación marcó un domicilio en Turubamba.
Investigación
El coronel Barriga armó un operativo y los agarraron mientras intentaban huir por las terrazas. En el domicilio encontraron la camioneta y también hallaron estupefacientes y armas blancas.
El oficial presume que los detenidos serían parte de una banda organizada dedicada al expendio de droga en el sur de la ciudad y a cometer atracos.
Uno de los sospechosos, mientras era llevado al patrullero, decía que era líder del grupo criminal Los Lobos.
Casi le da un infarto
Cuando los policías allanaron la vivienda en la que dormían los sospechosos y tenían escondida la camioneta, el dueño de la propiedad, un hombre de 85 años, casi se desmaya.
Los golpes que provocaban los agentes para abrir las puertas lo asustaron y cuando vio a los policías armados tuvo un ataque de pánico. Los policías tuvieron que llamar a paramédicos del Cuerpo de Bomberos para que al señor no le diera un infarto.
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