María Huatatoca lloraba al recordar el asesinato de su hijo Wilter Tanguila y Steven Mamallacta, esposo de su sobrina. Ayer, la mujer estaba dentro de un auto frente a la Fiscalía de Cayambe, cantón al norte de Quito. Ella llegó con otros parientes para tramitar el permiso de autopsia de los familiares.

Huatatoca contó que esa fecha, Wilter, de 27 años, y Steven, de 23, salieron de una casa en la que se encontraban libando. Ellos junto a otra persona supuestamente iban a comprar licor y se fueron caminando.

“En ese momento apareció un hombre, de cabello largo y alto”, describió la señora. El desconocido habría sacado un cuchillo para amenazarles y robarles. Ella presume que las tres víctimas no quisieron dejarse quitar sus cosas.

Eso provocó una riña y, con el arma, el tipo atacó a las víctimas. Se abalanzó contra dos de ellos y los hirió de muerte. El tercer afectado escapó y se contactó con los bomberos del cantón Pedro Moncayo.

Los uniformados llegaron hasta la avenida Quito junto al colegio de Malchinguí. Allí yacían sin vida ambos afectados. Los socorristas llamaron a la Policía para continuar con el procedimiento.

Gendarmes de ese distrito arribaron al sitio, así como agentes de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida de Sangolquí (cantón Rumiñahui). Ellos cercaron la escena e iniciaron las indagaciones. Conversaron con el sobreviviente, quien solo les dio las características físicas del atacante. No pudo dar mayores detalles porque cuando ocurrió el hecho, todo estaba oscuro.

Llegaron del Oriente

“Suplico a las autoridades que me ayuden a dar con los responsables”, imploraba. Su hijo era el sustento del hogar, aseveró. Hace tres años, Huatatoca junto a Wilter y un hermano llegaron a Quito desde la provincia de Orellana, en el Oriente.

La señora no tiene esposo, por lo que buscó en la capital un futuro mejor. Se fue a vivir a Pifo, al nororiente de la ciudad.

Ella y sus hijos consiguieron trabajo en una florícola cayambeña. Cada mañana viajaban para laborar, pero durante la pandemia por el COVID-19 los despidieron.

“El sábado viajaron para visitar a una sobrina mía”, detalló. Querían aprovechar el viaje para buscar un nuevo empleo. Pero solo se toparon con la muerte.

Huatatoca se enteró de la desgracia cuando un pariente la llamó. “Yo soy sola, no tengo a nadie que me ayude”, decía, angustiada.

La mujer y sus familiares tramitaban el traslado del cuerpo de Wilter. Tenían planeado llevarlo hasta un sector llamado Guagua Sumaco, en Orellana. Mientras que de Steven no tenía claro en dónde lo enterrarían.

Se confirmaría que se trató de un asalto

Los agentes hicieron un recorrido por los alrededores del lugar donde estaban los cuerpos. Alexander Reatiqui, subteniente de Policía de Malchinguí, detalló que solamente se tiene indicios de que el hecho lo cometió un solo individuo.

Sin embargo, todavía no se ha detenido a ningún sospechoso. El oficial dijo que se mantiene la hipótesis del asalto porque ambos no tenían sus celulares ni tampoco dinero en sus bolsillos.