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En zonas conflictivas en las que operan clínicas en forma irregular, los funcionarios de Acess van con resguardo policial.Cortesía: Acess

Centros de rehabilitación de Guayaquil: los nuevos blancos de las bandas criminales

En un reciente caso, en Guayas, internos de un centro de rehabilitación fueron retirados por integrantes de una banda delictiva

El alcance de las bandas criminales también deja su marca en las clínicas de rehabilitación. Extorsionan a sus dueños y hasta se llevan a internos para que sigan delinquiendo en las agrupaciones. Así de complicada está la situación.

Un ciudadano, quien hace poco volvió a tener un establecimiento de este tipo, cuenta que intentaron extorsionarlo en dos ocasiones, mandándole mensajes a sus redes sociales durante el tiempo que ya no estaba en la actividad.

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Los malhechores lo amenazaron diciendo que lo tenían “ubicado”, pretendiendo obtener dinero por no hacerle nada malo, hasta que se percataron que realmente ya no tenía un centro de tratamiento.

El hombre, al estar más de 20 años dedicado a esta labor, mantiene contacto con otros propietarios y trabajadores de estas instituciones, y por eso supo de un caso horrendo, ocurrido recientemente en un cantón de la provincia del Guayas.

“Un conocido mío tuvo que dejar de trabajar ahí porque la amenaza fue general. Se salieron chicos (internados) porque supuestamente eran de una mafia (...). Dieron de alta a tres o cuatro, porque (una banda) les exigía que estas personas salgan”, relata. Pero ni siquiera eso pareció suficiente para los malandrines. Además, exigieron plata para dejar en paz al dueño del centro.

El dueño de otra clínica, ubicada en el sur de Guayaquil, también cuenta brevemente su preocupante situación. Él, cuando le es posible, procura ayudar a chicos de la calle para que se puedan recuperar de su adicción. Sin embargo, en ocasiones ha recibido amenazas de personas que buscan que los jóvenes no se recuperen, para poder seguirles vendiendo sustancias.

  • Cierres en zonas inseguras

La presencia de las bandas delictivas en ciertas zonas de Guayaquil provoca que estas áreas se vuelvan inseguras. Y eso genera otro efecto: que sea difícil poder realizar en estos sectores clausuras en centros clandestinos.

Hasta el viernes 29 de diciembre de 2023, 15 centros de rehabilitación ilegales fueron clausurados en la zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón). Algunos de ellos fueron en estas denominadas zonas peligrosas de la ciudad.

“Afortunadamente, tenemos una permanente comunicación con la Policía Nacional, que está dispuesta a brindarnos el respaldo y el resguardo (...). Cuando hay zonas de más alto índice de peligrosidad, el contingente policial aumenta”, señala Khristie Vera, directora zonal de la Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud y Medicina Prepagada (Acess).

Por desconocimiento de las condiciones de los centros, familiares se oponen a las clausuras.Cortesía: Acess

Los sectores más complicados son Monte Sinaí, el Guasmo y Bastión, aunque durante este año, por suerte, no han tenido algún inconveniente en los operativos.

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  • Denuncias supeditadas al temor

En 2022, en la zona 8, se clausuraron 27 clínicas ilegales, cifra mayor a las 15 del reciente 2023. La disminución, en parte, tendría que ver con el miedo a denunciar estos sitios, pues a las bandas les interesa que sigan funcionando para extorsionarlos.

Acess garantiza las denuncias bajo reserva de identidad. Quienes conozcan del funcionamiento irregular de establecimientos pueden comunicarlo al correo institucional denuncias@acess.gob.ec y no se revelan sus nombres.

En unos casos, padres de los internos se oponen a los cierres porque desconocen las malas condiciones en las que se brinda atención, aseguran las autoridades.

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