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Quito: Cayeron las pelirrojas 'cuchilleras'
las mujeres fueron detenidas luego de que robaran a dos ciclistas en el sur de Quito. A uno lo apuñalaron y al otro le rompieron la cabeza.
Dos jóvenes quienes incumplieron con el toque de queda la tarde de ayer fueron asaltados y agredidos por tres mujeres y un hombre en la vía a Lloa, una parroquia rural ubicada en el suroccidente de la capital.
Las víctimas hablaron con Diario EXTRA y comentaron lo sucedido. David dijo que subieron hacia el cerro de El Cinto, y mientras recorrían la ruta, un grupo de personas las saludó. Las mismas que los aslataron cuando bajaron, una media hora después.
El hombre, de 29 años, contó que cuando regresaban a su domicilio por el mismo camino, ese grupo de personas -tres mujeres y un joven- los esperaban con cuchillos, un arma de fuego y gas pimienta.
Su amigo Rodrigo, al ver que el pillo lo esperaba apuntándole con el 'cañón', levantó su bicicleta y cayó encima de él. Luego una de las mujeres fue por detrás de Rodrigo y lo apuñaló en el pecho. El señor, de 40 años, esquivó el resto de ataques de ella y se lanzó encima del joven que tenía la pistola.
Forcejearon por un momento y luego descendieron a unos matorrales ubicados cerca de la vía. Mientras tanto, las tres mujeres rodearon a David y lo arrojaron al suelo. Lo patearon y le provocaron tres heridas en la cabeza con las armas blancas. “Las que me golpearon eran las pelirrojas”, aseguró.
Rodrigo recordó que mientras rodaba con el delincuente por la maleza se percató que la pistola que este cargaba no tenía balas. Entonces lo agarró de los pies y se lanzó con él a una quebrada. En el fondo ambos se levantaron y la víctima contó que su atacante le lanzó gas pimienta a los ojos.
Luego, Rodrigo le gritó: “tranquilo, date cuenta las cosas que estás haciendo”, y el pillo huyó. En ese momento David cayó desde una pequeña loma cerca de su amigo. El joven estaba ensangrentado y amarrado las manos con los cordones de sus zapatos. A lo lejos vieron que se alejaban los agresores con sus bicicletas y el teléfono de David.
Los afectados pidieron auxilio a los comuneros del lugar, quienes salieron con palos, piedras, e incluso, según los jóvenes, “salieron con una escopeta” para ubicarlos. El coronel Carlos Fuertes, subcomandante del Distrito Eloy Alfaro, se enteró del hecho y armó un operativo con unidades del sector y con agentes especiales del Grupo de Intervención y Rescate (GIR).
Rastrearon la zona y vieron a las pelirrojas que intentaban esconderse en un inmueble ubicado a pocos minutos de donde ocurrió el robo. Los uniformados allanaron el domicilio y atraparon a las tres mujeres pero se les escapó el sospechoso que estaba con la pistola.
En el mismo domicilio estaban las bicicletas de los afectados, pero no encontraron el celular. Sin embargo, al ir al patio hallaron un carro y una moto que no supieron justificar las féminas. También encontraron una granada y los cuchillos que habrían utilizado para robar a los ciclistas.
Pasado Criminal
Cuando las llevaron al cuartel del distrito con las evidencias, un coronel las reconoció como las mujeres que dos semanas atrás le habrían robado a su hermano. El oficial llamó a su pariente para que la identificara y pusiera la denuncia.
Las dos pelirrojas fueron llevadas a la Unidad de Flagrancia para iniciar el proceso legal en su contra. La mayor tiene varios antecedentes penales, uno de ellos por asesinato. Mientras que la otra chica, quien es menor de edad fue aislada.
Los nombres de las víctimas fueron cambiados para proteger su identidad.