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Las causas del atentado en Nueva Prosperina que cobró la vida de un estudiante y dejó a otro herido
Balearon a cinco personas en el noroeste de Guayaquil; cuatro murieron. Los atacantes andaban en motocicleta
“¿Por qué a mi hijo? ¿Qué hizo él para merecer esto? Dios, esto no puede ser verdad. ¡Mi hijo no puede estar muerto!”, gritaba la madre de Alexander Jesús Alay Rodríguez, de 25 años. Él fue una de las cuatro víctimas mortales del atentado registrado la mañana de ayer en el bloque 5 de Paraíso de la Flor, en el noroeste de Guayaquil.
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La mujer, desgarrada por el dolor, intentaba acercarse al cadáver del mayor de sus tres hijos. Sus familiares trataban de darle palabras de consuelo y contenerla, pero nada parecía aliviar su angustia.
Las otras tres víctimas de este ataque, perpetrado por sujetos que se movilizaban en motocicleta, fueron identificadas como Juan Crespin Díaz Cortez, de 58 años; un adolescente de 14 años; y una cuarta persona cuya identidad aún no había sido confirmada al cierre de esta edición.
Tanto Alay como Díaz trabajaban para una compañía de tricimotos en el noroeste porteño. Las otras dos víctimas eran pasajeros; uno de ellos era un estudiante de un colegio de la zona. Además, el atentado, realizado con armas de fuego tipo pistola, dejó a una adolescente de 16 años herida de bala. La menor de edad se encuentra hospitalizada con pronóstico reservado.
Familiares de Díaz comentaron que, hasta hace dos años, él se ganaba la vida como albañil, pero al llegar a su edad ya no podía ejercer esta labor. Entonces, decidió comprarse una tricimoto y dedicarse a trabajar con ella.
“Mi papá era cristiano evangélico, no tenía problemas con nadie. Salía a trabajar a las 06:00 y regresaba a casa en la noche. Solo venía a desayunar y a almorzar”, relató una de sus hijas.
En imágenes que circularon en redes sociales tras el hecho, se observa a la menor de edad, vistiendo el uniforme de su colegio, tirada en el piso, junto a la vereda, en medio de un charco de sangre mientras es auxiliada por los moradores.
El mayor Alejandro Iza, jefe de operaciones del distrito Nueva Prosperina, indicó que, al parecer, la motivación del atentado se debió a que dos de los fallecidos, quienes eran conductores de tricimotos, se negaron a pagar la denominada ‘vacuna’ a un sujeto que es miembro de una organización criminal y que hace pocos meses había salido de la cárcel.
“Quien se apoderó de este sector es alias Gazú. Las víctimas no quisieron pagarle a los extorsionadores”, indicó el oficial.