Una duda parece haberse aclarado en torno al crimen de Jorge Gabela, excomandante de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE). Su asesinato en 2010 no fue por un caso delincuencial, sino por sus denuncias de irregularidades técnicas y contractuales de los famosos helicópteros Dhruv.

La incógnita se despejó con la presentación del tercer informe del perito argentino Roberto Meza, documentos en los que saltaron nombres: de sus presuntos asesinos y de los autores intelectuales.

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El primero que tomó protagonismo fue Derlys Salazar Vargas, conocido como Francis, y que es pieza clave en la investigación, a decir de Meza, quien conversó con EXTRA. Según el analista criminal, el sujeto habría disparado a Gabela hasta matarlo cuando ingresaba a su casa, en una urbanización de Samborondón.

Pero Derlys jamás fue detenido y durante las investigaciones se comprobó que también se hacía llamar Francisco Israel Cruz Vargas. “Lo extraño de esto es que esta identidad se la confirmó en un hombre que fue asesinado en Sauces, en diciembre de 2012, dos años después del asesinato de Gabela”.

Pero ¿qué es lo nuevo? Según Meza, el tipo probablemente está vivo. La única prueba que tienen es un registro de que él votó en las elecciones presidenciales de 2021.

Los generales

Meza indicó que el nombre de Derlys apareció cuando otro de los detenidos por el crimen de Gabela, llamado Jaime Arias (alias Cojo), lo delató. En el informe al que EXTRAtuvo acceso se señala que el Cojo contó que Derlys le confesó que recibió pagos de un general de la FAE, presuntamente para matar a Gabela.

¿Pero qué general lo contrató? Es difícil saberlo, pero en este punto cobra relevancia el segundo ‘lote’ de nombres. Según el informe, dos generales en servicio pasivo que pertenecieron a la FAE serían los autores intelectuales del crimen de Gabela: Alonso Espinosa y Rodrigo Bohórquez.

En las conclusiones del escrito se señala que los dos exuniformados tuvieron “motivaciones personales y económicas que permiten vincularlos con el crimen”.

Pero también el perito detalló que entre las pruebas que se lograron recabar en el tercer informe se encuentra un plan de seguimiento en contra de Gabela desde 2008 hasta meses antes de su muerte, dos documentos oficiales y una llamada telefónica hecha al propio oficial asesinado.

El informe

Con todos esto datos, para Washington Pesántez, exfiscal general, si bien este informe no es vinculante o concluyente, sí tiene detalles que deben ser indagados. “Es una forma a la Fiscalía General como noticia ‘criminis’ o del delito y hay nombres, se tiene que comenzar una instrucción fiscal”.

Como ya hay una indagación previa, entonces se debería llamar a declarar a estas personas nombradas en el informe, a decir de Pesántez. Además, hay indicios contundentes, entonces se podría pasar al proceso penal.

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