Las plegarias que Segundo López alzaba al cielo tuvieron asidero. El hombre pedía a Dios para que su expatrón Colin Armstrong fuera encontrado sano y salvo tras su secuestro en una hacienda de Mapán de la vía Babahoyo - Baba, Los Ríos, y resultó.

La Policía lo encontró el martes 19 de diciembre, luego de tres días del rapto. Estaba retenido en el cantón Rocafuerte, en Manabí, a 236 kilómetros de distancia de donde fue el secuestro.

César Zapata, comandante general de la Policía, detalló que Armstrong, excónsul honorario de Reino Unido, fue llevado a una casa de salud luego de su localización. “Se confirmó que está en buen estado y sin ninguna novedad”.

Por este hecho se detuvo a nueve personas: un extranjero y ocho ecuatorianos. Además, se decomisaron seis armas de fuego (pistolas y fusiles), cinco granadas, 1.500 municiones, 30 mechas detonantes, cuatro alimentadoras de armas, dos vehículos, nueve celulares y dos kilos de droga.

Contentos

Al escuchar esta noticia, Segundo se alegró. “Yo sí rogaba a Dios que no le hicieran daño y así fue”, expresó el excolaborador del diplomático y empresario.

Segundo relató que míster Colin, como le dicen en el sector, fue un jefe ejemplar y por eso es muy querido en todo el sector. “Yo fui el primer guardián de la hacienda por 37 años y siempre fue una excelente persona. Cuando se le pedía un favor, él ayudaba de corazón”, confesó.

Este 20 de diciembre, el rancho donde Armstrong fue secuestrado con su novia Paola Santos estaba cerrado, al igual que los últimos días después del suceso. Los únicos que permanecían al interior del predio eran los trabajadores de la hacienda, quienes realizaban sus actividades cotidianas. Un equipo de EXTRA intentó dialogar con ellos, pero indicaron que no podían dar declaraciones.

Los hechos

Freddy Sarzosa, director general de Investigaciones de la Policía, detalló que el secuestro fue netamente extorsivo y se pedía una alta suma de dinero, sin precisar el monto. Según el oficial, el delito no solo estaba dirigido a Armstrong, sino también a su pareja.

Ella fue liberada el 16 de diciembre, pero al interior de una urbanización de Samborondón, en Guayas. Los criminales le pusieron un chaleco con objetos que parecían explosivos, pero que luego se descartó que fuera alguna bomba.

Con toda esa situación, la mayoría de habitantes de la Lucha del sector Mapán cree que el diplomático ya no llegará a la hacienda como antes.

Joselin Sánchez, habitante de la zona, contó que el excónsul saludaba con todos y hasta se detenía en la vía de acceso a la hacienda, cuando alguien deseaba platicar con él o pedirle una ayuda. “Nadie se imaginaba que le iban a hacer eso y menos a él que es una persona muy querida por todos”.

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